Víctima de tortura espera indemnización de la Armada

El médico Óscar Valle, quien fue detenido por la Armada en 2011, espera que la naval 'dé el visto bueno' al pago aprobado por el Senado.

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Óscar Valle no podrá cobrar la indemnización hasta que la CEAV no obtenga el visto bueno de la Semar. (Yazmín Ortega Cortés/jornada.unam.mx)
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Erika Flores/Milenio
MÉXICO, D.F.- Óscar Valle, el médico interno de pregrado que fue torturado y detenido por elementos de la Secretaría de Marina-Armada de México en Veracruz en septiembre de 2011, continúa siendo en papel la primera víctima reconocida oficialmente por la Comisión Especial de Atención a Víctimas. Y aunque en febrero pasado el Senado aprobó su indemnización económica (por reparación al daño moral, material y fallas al debido proceso), él no podrá cobrar tal pago hasta que la CEAV no obtenga el visto bueno de la Semar.

"Suena increíble, pero es cierto", afirma Ramiro Valle, padre y abogado de Óscar. "Estamos en lo que esperamos sea la recta final, porque dentro de la CEAV hay algunos trámites burocráticos y procesales a superar. Ahora pide a la parte agresora su visto bueno para liberar la indemnización que compensaría los atropellos que vivió mi hijo". Al principio se calculó sería un promedio de 800 mil pesos pero tras descontar los impuestos correspondientes, quedaría menos de la mitad.

Ramiro señala una verdad incuestionable: "Hay millares de víctimas por desaparición forzada; yo creo que las autoridades no se han dado cuenta que mi hijo es una de las pocas que aún siguen con vida. Por eso puede imputar de manera directa a sus agresores".

En marzo pasado Milenio publicó la historia del doctor Valle, quien fue detenido en septiembre de 2011 cuando elementos de la Armada entraron a su casa violentamente acusándole de los delitos de narcotráfico, portación de arma y cohecho. La versión de esta autoridad afirma que le detuvieron en carretera a bordo de un automóvil. Tras pasar casi dos años en el penal federal de Villa Aldama, Veracruz, Óscar fue absuelto por el juez y liberado en julio de 2013.

"Todas las patrañas de las que me acusaron resultaron ser delitos, por eso tenemos una segunda denuncia en la fiscalía contra servidores públicos de la PGR. Si ganamos podremos sentar un precedente que sirva como ejemplo a las fuerzas castrenses para que no puedan violar y agredir impunemente a quienes deberían cuidar", asegura el médico interno desde Martínez de la Torre, Veracruz donde está por concluir su internado.

"La CEAV me apoya con el pago de viáticos cuando necesito trasladarme a la ciudad de México, pero la realidad es que les prestó el dinero y ellos me los reembolsan tres meses después. Todo es muy lento. Yo estudio y trabajo para sostenerme; y la beca que recibo por mi internado ha tenido atrasos", explica. Por eso él y sus padres (quienes también serían indemnizados simbólicamente en calidad de víctimas indirectas), reiteran que el dinero que reciban pagaría parte de las deudas que contrajeron para llevar a cabo la defensa.

Sí, pero no

El pasado 26 de octubre la Marina accedió a entrevistarse por primera vez con la familia Valle. Fueron atendidos en el DF por el Vicealmirante Óscar Alejandre Rosas en representación de la Contraloría de la Semar. "La cita resultó porque mis padres estuvieron duro y dale. Fue un encuentro cordial aunque no me reconocen como víctima. Ni lo afirman, ni lo niegan y dicen que no pueden indemnizarme hasta que no tengan la sentencia de un juez que los obligue a pagarme. O bien una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos", relató.

El problema es que la queja Q-8584/2011 que interpusieron ante la CNDH en octubre de 2011, fue concluida por este organismo en febrero de 2013 cuando Óscar aún estaba en prisión. El oficio V2/005523 firmado por la Segunda Visitaduría del organismo (y del cual Milenio tiene copia) determinó que no hay materia porque: uno, su versión era contraria a la manifestada por Semar. Y dos, porque el certificado médico 220/11 que elaboró el área de Sanidad Naval determinó que él no tenía lesiones, aunque la delegación estatal de la PGR dijo que sí pero que no eran graves; y el servicio médico del penal Villa Aldama "no advirtió lesiones traumáticas recientes".

Contradictoriamente la página tres de este documento señala explícitamente que once meses después de la detención de Óscar, peritos de la CNDH le examinaron encontrando que "los síntomas físicos que presenta son similares a los que se producen en maniobras de tratos crueles".

En respuesta la familia Valle promovió un amparo contra tal resolución, mismo que ha pasado ya por tres jueces. El primero (de materia civil) se declaró incompetente; el segundo (de materia administrativa) lo sobreseyó. Tras apelar el caso llegó a un tercer juez, la Magistrada Guadalupe Martínez quien admitió el caso en julio, aunque aún no resuelve si debe o no obligar al organismo a reabrir dicha queja para emitir una recomendación. Milenio tramitó una entrevista con la segunda visitaduría de la CNDH para hablar del tema, pero ésta no respondió.

Mientras esto ocurre Semar recopila información. El Almirante Joaquín Zetina Angulo (contralor de la dependencia), solicitó el pasado 25 de agosto al Juez Primero de Distrito de Procesos Penales Federales en Veracruz (mediante el oficio 4C.9.2-756/15 al cual Milenio tuvo acceso) copia certificada de la sentencia absolutoria que emitió a favor de Óscar, "así como copia de las fojas a que hace alusión en medios de prueba, averiguación previa, pre instrucción e instrucción a fin de estar en la posibilidad de determinar lo que en derecho proceda". De hecho este miércoles tendrá una segunda reunión con la familia Valle.

"La Marina está buscando que nuestras pruebas sean reales, verídicas y concretas. No obstante hay un parte informativo firmado por quienes agredieron a mi hijo y cuyos nombres preferimos reservarnos. En sus declaraciones cayeron en contradicciones e imprecisiones. Uno dice que hizo una cosa y otro dice que la hicieron juntos. Otra irregularidad es que el vehículo Volkswagen en el que ellos afirman haber detenido a mi hijo con armas, resulta que fue vendido cuatro días después de los hechos. Eso informó VW al juez", explicó Ramiro Reza.

Hoy Óscar desconoce si sus torturadores continúan o no en Semar. "Han pasado ya cuatro años y a los que quedamos vivos no se nos toma en cuenta, pero sí a los muertos como los de Tlatlaya o Ayotzinapa. Entiendo que son casos graves pero quienes quedamos vivos por los estragos de la lucha del narco, porque nos detuvieron o sembraron pruebas y que hemos salido adelante, aquí seguimos esperando que nos hagan justicia".

"Mi encarcelamiento fue injusto y con la reparación de daño de la CEAV como con la de la Marina (en caso de podamos ganarla), quiero retomar mi proyecto de vida porque me lo deben. Primero quiero que borren mis datos de Plataforma México para después tramitar pasaporte y visa porque quiero irme del país".

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