Brígido Aguilar/Milenio
ARAMBERRI, Nuevo León.- José Luis, de 14 años, tenía apenas una semana de haber ingresado al tercer año de secundaria, y desde el primer día las burlas de sus compañeros lo deprimieron, tanto que ayer decidió terminar con esa situación ahorcándose, en el municipio de Aramberri, en Nuevo León.

El padre del adolescente, un militar que llegó a trabajar como policía al municipio desde hace dos años, alertó a la directora de la secundaria Pablo Livas, pero ésta no le dio importancia.

Ayer al mediodía el menor llegó a la casa y con ojos rojos de tanto llorar le dijo a su madre que no quería volver a la escuela porque ya no aguantaba las burlas y los maestros no hacían caso.

Su madre lo tranquilizó le dijo que tuviera paciencia, que hoy iría a hablar con la directora y siguió con las labores del hogar.

Alrededor de las 16:00 se percató de la ausencia de su hijo y al no verlo salió al patio, donde lo halló colgado de un árbol.

La mujer gritó a sus hijos y entre todos lograron bajarlo, y entre sus brazos lo llevó hasta una clínica que esta a media cuadra de la vivienda que rentan, pero los médicos solo confirmaron su muerte.

La madre entró en crisis de histeria al igual que sus otros cinco hijos, menores, a la vez que gritaba que se había matado por las burlas de los compañeros.

Los médicos dieron parte a las autoridades y al arribar al hospital se entrevistaron con la madre de familia, quien estaba acompañada de su esposo.

El padre de familia relató que el jueves que fueron a junta de padres de familia, a la que acudieron unas 150 personas, comentó a la directora del problema que pasaba su hija de primero y Luis que estaba en tercero.

Le denunció que los niños eran víctimas de bulliyng y la directora, identificada como Zoraida Orozco González, pasó por alto la situación.

El padre le dijo a la directora que la maestra Cristela Rentería también acosaba a su hija que acababa de entrar a primero y que cada que tenía oportunidad la ofendía y por cualquier cosa le quitaba puntos.

Situación que tampoco fue atendida por la máxima autoridad de esa escuela y probablemente si hubiera hecho caso no se estaría contando esta tragedia.

Los investigadores, al realizar la revisión del lugar de los hechos, encontraron una carta que escribió el estudiante en la que pedía perdón a sus padres.

En la hoja escribió los nombres de los estudiantes que desde que entró lo hostigaban y se burlaban de él por su estatura y sus rasgos.