Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- El consumo del mezcal crece exponencialmente y amenaza la supremacía del tequila en los mercados mundiales, por lo que la disputa entre ambas bebidas procedentes del agave se vuelve cada vez más encarnizada.

El gusto por esta bebida exótica se asemeja a una especie de locura si se considera que hasta hace unos años el mezcal era considera un refresco 'vulgar, para campesinos', consumido en las cantinas de los pequeños pueblos mexicanos, informa la agencia ANSA Latina.

El mezcal se produce sobre todo en el estado de Oaxaca, sureste de México, mientras el tequila tiene su cuna en el estado occidental de Jalisco.

Según la leyenda, un rayo quemó un agave, lo abrió y lo coció, y de ahí surgió el mezcal, cuyo sabor más sutil y profundo que el del tequila, lo ha convertido en el favorito de los consumidores, aún entre los más exigentes, y en especial de los jóvenes.

Su elaboración, totalmente artesanal, solo o combinado en forma de cóctel, como aperitivo o como digestivo, o bien alternado con cerveza, el mezcal se ha vuelto un fruto codiciado para las empresas.

'Boom'

Actualmente se registra una especie de 'boom' del mezcal, lo que se ve reflejado en el aumento, entre 2005 y 2012, de las marcas registradas en más del 560% y de 370% en las exportaciones, según el Consejo Regulador del Mezcal (Comercam).

En 2014, las ventas crecieron otro 78% respecto al 2013 y se exportaron más de un millón de litros, mientras que el consumo nacional alcanzó casi la misma cifra.

'Las grandes empresas norteamericanas e inglesas que se apoderaron del tequila en México no quieren que éste empiece a verse como una bebida de segunda frente al mezcal', señaló Alejandro Calvillo, director de la organización civil El Poder del Consumidor.

En Oaxaca, donde acapara el 94% de la producción, hay 9.800 hectáreas de agave sembrado, sobre todo en Santiago Matatlán, la capital del mezcal, que se compara a Tequila, la ciudad de Jalisco donde se produce el otro famoso licor.

'Durante décadas se pensó que el mezcal estaba dirigido a los hogares de menores ingresos y las borracheras de los 'spring breakers', los universitarios estadounidenses que pasan sus vacaciones en México', según la consultora Euromonitor Internacional. 
En los últimos años, sin embargo, el mezcal se ha beneficiado de la misma tendencia que ha ayudado a los productores mexicanos de vino a transmitir el orgullo por el consumo de productos de alta calidad.

Al establecer la comparación entre el tequila y el mezcal, el primero representa apenas una fracción del segundo, pues actualmente se producen 254 millones de litros de aquél, según el Consejo Regulador del Tequila.

Mercados

El tequila ha desplazado en los mercados internacionales a la ginebra y se acerca al ron, conquistando un lugar privilegiado que difícilmente puede ser disputado.

Pero, como señala Arturo Lavalle, director de la firma Mezcal Ibá, 'la industria del mezcal crece a ritmos que antes no veíamos' y, aunque 'aún falta un largo camino para alcanzar lo que ha logrado el tequila, vamos con un buen avance'.

El empresario admite que, si bien por volúmenes de ventas es difícil desplazar al tequila, hay otras formas de ver el tema.

Por ejemplo, 'el mezcal tiene grandes bondades al momento de su destilación que lo hacen diferente, además su proceso artesanal y el sabor auténtico que lo caracterizan va ganando seguidores'.

El mezcal suele tener un sabor más exótico, ligeramente ahumado, porque el método de cocción del agave se realiza dentro de la tierra. Una frase popular reza que 'para todo mal mezcal y para todo bien también' y con frecuencia se escucha hasta en los 'pubs' más elegantes de los barrios de moda de la ciudad de México.

De hecho, beber mezcal se ha convertido en un asunto elitista y 'chic', mientras que tomar tequila es visto como algo 'demodé'.

El auge por el mezcal ha provocado el surgimiento de las llamadas 'mezcalerías', donde se suelen promover catas y pregonar maridajes con distintos alimentos, porque esta bebida es considerada un digestivo ideal para la condimentada gastronomía mexicana.