Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- Tras contar por una década el número de muertes relacionadas con el crimen organizado, Milenio tiene registro de 92 mil 551 mil víctimas mortales desde que el entonces presidente Felipe Calderón comenzó el combate al narcotráfico en diciembre de 2006. En promedio 25 personas murieron cada día… un caso cada hora.

La violencia entre los cárteles tuvo diferentes periodos y lugares de mayor tensión en 10 años; sin embargo, seis entidades se mantuvieron como las más violentas: Chihuahua, Guerrero, Sinaloa, Michoacán, Baja California y Estado de México. En estos estados se concentró casi 60 por ciento del total de asesinatos.

Chihuahua se ubicó como la entidad con más ejecuciones en dicho lapso, con 21 mil homicidios; le siguen Guerrero, con 10 mil 427 casos, y Sinaloa, con nueve mil 379.

En el primer mes de este año se registraron mil 22 homicidios relacionados con el crimen organizado (32 muertes por día), lo que representa un repunte de 16 por ciento respecto a diciembre de 2016.

Guerrero, Chihuahua, Veracruz, Guanajuato, Estado de México, Michoacán y Sinaloa concentraron 63 por ciento de las muertes y la ola de violencia marcó el mes pasado con la muerte de 69 mujeres y 23 menores de edad; además de 16 policías y nueve servidores públicos.

Inicio del conteo

A mediados de 2006, junto con Rafael López y Gabriel Bolio, fundamos el área de Infográficos de Milenio Diario. Éramos un pequeño equipo que hacía una prehistórica búsqueda manual en bases de datos para tratar de exprimirles notas a los números.

A finales de año, en el arranque del nuevo sexenio, y durante las primeras semanas de 2007, la lectura de los adelantos enviados por los corresponsales de Milenio en el país comenzó a llamarnos la atención, porque varios de ellos comenzaban a reportar de manera sistemática la aparición de cadáveres con ciertas características que al tercer día parecían coincidencias, pero al quinto ya nos marcaban una tendencia: de dos a tres cuerpos apilados, con tiro de gracia o rafagueados, en la escena del crimen invariablemente una cartulina o manta con un mensaje de los presuntos homicidas, una saña inaudita contra los asesinados, etcétera.

Como nuestro método de trabajo era buscar una constante dentro de la frialdad de los números, decidimos contar los homicidios que nos parecían ligados al crimen organizado, por los elementos anteriormente mencionados, descartando los asesinatos que tenían otro origen, como accidentes y venganzas pasionales.

De esta forma, el 31 de enero de 2007 publicamos la primera cifra mensual de homicidios presuntamente vinculados con el narcotráfico. Ese mes sumaron 204 asesinatos y desde entonces, cada mes, Milenio publica el número de víctimas de la que posteriormente sería llamada la lucha contra el narco. Ciento veinte meses, 120 registros desglosados por entidad, sexo y ocupación. Varios meses después, otros medios comenzaron su propio recuento, aunque la mayoría se quedó en el camino, ante la contundencia de la metodología y la rigurosidad con la que hacíamos el conteo caso por caso.

En los inicios del Recuento Milenio no se contaba con ningún tipo de información oficial sobre cuántas víctimas dejaba el combate al narcotráfico.

Incluso, en los primeros años (2007 y 2008) las cifras oficiales que reportaban funcionarios del área de seguridad, mediante entrevistas banqueteras o conferencias de prensa, eran muy parecidas a las que se difundían en estas páginas.

Fue hasta 2009 que la Procuraduría General de la República hizo pública la primera base de datos oficial, que detallaba los asesinatos de este tipo por entidad federativa y que registraba 6 mil 500 víctimas para ese año. MILENIO reportaba una cifra superior por casi 2 mil casos.

El gobierno de Felipe Calderón comenzó a recibir fuertes presiones de organizaciones civiles para que informara de manera clara el saldo de esta lucha.

En enero de 2011, Alejandro Poiré, entonces vocero del combate anticrimen del gobierno federal, informó que en 2010 hubo 15 mil 273 crímenes relacionados con la delincuencia organizada, cifra que por primera vez superaba el registro de esta casa editorial y que dimensionaba en mayor medida la magnitud de los saldos de la lucha de las bandas criminales.

A partir de ese momento, el gobierno federal creó una metodología pública sobre el número de homicidios dolosos que publica mensualmente el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

Incluso, en 2012 el mismo organismo publicó, vía transparencia, un informe específico de los homicidios relacionados con el crimen organizado, en el que presentaba los casos por entidad federativa, tipo de víctima y arma de fuego. La información corría mediante los canales oficiales adecuados.

En 2013, ya con la administración de Enrique Peña, se dejó de publicar la cifra de asesinatos como parte de una política de seguridad consultada con organizaciones civiles. Desde entonces, el SNSP solo informa sobre los homicidios dolosos y no se especifica cuántos corresponden al crimen organizado.

Esta circunstancia hizo crecer la valía del recuento mensual de Milenio, al ser la única base de datos que informa de manera puntual, el número de homicidios en el país.