Agencias
MÉXICO, D.F.- El presidente de la Asociación de Matadores de Toros y Novillos de México, Antonio Urrutia, se declaró hoy "muy preocupado y alarmado" por la prohibición "de facto" en la capital mexicana de las corridas de toros.
   
En la Ciudad de México entró en vigor este jueves una ley que castiga con cárcel el maltrato y asesinato de animales, tanto domésticos como salvajes y la legislación no excluye actos de entretenimiento, según informa Ansa Latina.
   
La legislación contempla penas de cárcel de hasta cuatro años para los maltratadores de animales. El dirigente de los matadores de toros y rejoneadores dijo que en México al menos 10 millones de personas son aficionados a las corridas de toros y la Ciudad de México alberga el coso taurino más grande del mundo, Plaza de Toros México, con capacidad para 40,000 aficionados.
   
En México se ha declarado a las corridas de toros como Patrimonio Cultural e Inmaterial en Tlaxcala (abril de 2012); Hidalgo (agosto 2012); Aguascalientes (octubre de 2012) y Querétaro (diciembre 2012).
   
Sergio León, secretario técnico de la Comisión Taurina del Distrito Federal, se mostró confiado en que la fiesta taurina prosiga en Ciudad de México.
   
Informó que estableció "un compromiso previo" con el secretario del Gobierno de la capital mexicana, Héctor Serrano, para que cualquier decreto o ley propuesta por la Asamblea Legislativa (Congreso local) que atente en contra de la fiesta brava sea rechazada.
   
Por este motivo consideró que "la celebración de los próximos festejos en la Plaza de Toros México no están en riesgo de cancelarse".
   
La ley vigente de protección a los animales "no humanos" no excluye los malos tratos a animales por entretenimiento, por lo que las corridas de toros estarían prohibidas en la capital mexicana, y la norma se aplicaría también para los animales de circos y zoológicos.

La ley contempla una pena de hasta dos años de cárcel para el que hiera a un animal, de tres años para el acusado que maltrate a un animal de muerte y hasta de cuatro años para quien provoque la muerte a un animal tras haberle sometido a malos tratos.