Investigadores 'desconocidos' harán tercer peritaje en Cocula

Para la elaboración de la investigación, tanto la PGR como el GIEI acordaron no revelar ni los nombres ni el número de integrantes del grupo multidisciplinario internacional.

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Hasta el día de hoy no se sabe con seguridad qué paso con los 43 normalistas de Ayotzinapa que desaparecieron en septiembre de 2014 en Iguala. Imagen de archivo de las diferentes protestas que se han realizado por el caso Iguala. (AVCNoticias)
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Rubén Mosso/Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- Luego de cuatro meses de espera comenzaron los trabajos del grupo multidisciplinario internacional que realizará un tercer peritaje del fuego sobre el basurero de Cocula, el cual deberá entregar antes del 31 de marzo un informe conclusivo de si en ese lugar de Guerrero fueron o no quemados hasta su carbonización los cuerpos de los 43 normalistas de Ayotzinapa el 26 y el 27 de septiembre de 2014.

Los especialistas de prestigio mundial, de los que la Procuraduría General de la República y el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) acordaron no revelar ni el número de integrantes ni sus nombres, tendrán acceso a toda la evidencia que se encuentra en el expediente del caso Iguala, la cual podrá ser analizada y contrastada antes de emitir su propio informe, reportó la PGR en un comunicado.

Existe además la probabilidad de que se haga una inspección al basurero que el GIEI y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) niegan como sitio de la calcinación.

La investigación sobre el fin que tuvieron los normalistas en manos del crimen organizado mantiene enfrentada en opiniones a la PGR con el GIEI y el EAAF.

La dependencia federal dijo en enero de 2015 que la “verdad histórica” de los sucesos demuestra que los cuerpos de los jóvenes sí fueron quemados en el tiradero; sin embargo, el 6 de septiembre del mismo año el GIEI rechazó la versión con un peritaje que ordenó realizar al peruano José Luis Torero, quien concluyó que no hay evidencia siquiera de que existiera una pira para quemar un solo cuerpo.

La confrontación con el GIEI escaló el pasado 21 de febrero, porque los expertos alertaron que la PGR busca posicionar una quinta versión en el sentido de que solo 17 normalistas fueron quemados en el basurero de Cocula, la cual, agregaron, carece de sustento.

A su vez, el equipo argentino entregó un dictamen a la PGR el pasado 9 de febrero, en el que concluyó que no hay pruebas científicas que sustenten que los normalistas fueron calcinados en el basurero.

No obstante, reconoció que el tiradero sí fue escenario de eventos delictivos, porque localizaron restos óseos de 19 personas, algunos quemados, pero ni uno correspondiente a los estudiantes.

La PGR aclaro que los especialistas que participan en el nuevo estudio cuentan con una reconocida trayectoria académica y profesional en la materia.

Ocultan nombres

El 8 de octubre de 2015, la procuradora Arely Gómez reveló los nombres de los expertos que pretendía se sumaran al nuevo estudio, de los que hasta el momento se desconoce si fueron aceptados.

De los siete expertos de cinco países que la PGR propuso, destacaba el estadunidense John D. DeHaan, considerado uno de los mayores expertos a escala mundial en materia de incendios y explosivos, en cuyos estudios se basó Torero para emitir su dictamen. DeHaan declaró, tras conocer el informe de Torero, que el peruano malinterpretó sus estudios.

El cubano Enelio Torres García, quien realizó el primer estudio de factibilidad sobre el fuego en Cocula y que aseguró que había las condiciones necesarias para un incidente de tal naturaleza, también fue propuesto.

Además, se planteó la participación del mexicano Ricardo Saldaña Nolasco, encargado de los peritajes del accidente aéreo donde perdió la vida Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación en el sexenio pasado.

El resto de los expertos que puso sobre la mesa la PGR eran la canadiense Renne Kosalka;  la alemana Ursula Wittwe-Backofen; el español Antonio del Amo Rodríguez y Ricardo Damián Torres, de Estados Unidos.

El 29 de octubre del mismo año, el subprocurador de Derechos Humanos de PGR, Eber Betanzos, dijo que ya estaba casi listo el grupo interdisciplinario que participaría en el nuevo estudio, porque 12 de los 16 especialistas propuestos por la dependencia federal y el GIEI para esta segunda etapa, aceptaron participar.

Empero, el 9 de diciembre de 2015, la procuradora declaró a MILENIO que el grupo multidisciplinario estaba conformado por solo nueve expertos internacionales, entre ellos, John D. DeHaan, mientras que los padres de los normalistas aseguraron en el presente mes, que se les confirmó la participación de Torero.

Lo pactado

El 20 de octubre de 2015, en Washington, durante la audiencia pública del caso Iguala en la sede de la CIDH, el Estado mexicano se comprometió a llevar a cabo el nuevo estudio que considera que entre la PGR y el GIEI se establezcan de común acuerdo los objetivos y condiciones para realizarlo.

Además, de que “se tome de forma conjunta la decisión sobre los perfiles y la elección definitiva de los peritos y se consense el modo en que se realizará el estudio”.

Al término del estudio, que ya está en desarrollo, los expertos entregarán a la PGR y al GIEI un informe conclusivo por consenso antes del 31 de marzo.

El estudio se realiza en atención a la propuesta de la PGR y atiende una de las líneas de investigación del caso Iguala.

La PGR señaló que se continuará avanzando de forma paralela en otras labores ministeriales e indagatorias orientadas al esclarecimiento de los hechos y a la detención de todos los responsables.

Trabajos

El 13 de octubre de 2015, Betanzos comentó a Milenio que una vez que estuviera conformado el grupo de expertos, se realizaría una junta técnica para determinar qué elementos son necesarios analizar.

“Evidentemente, ahí hay un punto de partida que tiene que ver con el peritaje que realizó la PGR y hay que analizar cuestiones sobre fuego en el basurero de Cocula y a partir de ello las declaraciones de personal que dice que en ese lugar hubo una incineración de restos humanos. El estudio versa sobre eso”, explicó, el subprocurador.

Los peritajes

El 27 de enero de 2015, el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo, que los estudiantes “fueron privados de la libertad, privados de la vida, incinerados y arrojados al Río San Juan”; lo anterior lo dijo tomando como base diversos estudios y peritajes que la institución practicó.

La PGR presentó un dictamen químico mediante el cual se hicieron los siguientes hallazgos en el basurero: residuos de diésel y gasolina en el suelo, tres zonas con ceniza dentro del tiradero, rocas con impacto térmico, el punto de origen del incendio, residuos diversos con alto grado de deterioro por el fuego, aluminio fundido (principalmente latas) por la exposición al calor intenso; fragmentos de llantas con huellas de carbonización así como residuos característicos de neumáticos y afectación del fuego sobre diversos restos óseos humanos.

Todas estas características se encontraron en los restos del basurero y en el río San Juan.

Además, la institución reforzó sus resultados con diversas declaraciones, entre ellas, la de Felipe Rodríguez Salgado, El Terco o El Cepillo, quien narró que el 26 de septiembre de 2014 recibió una llamada en la que le informaron que un grupo antagónico estaba atacando Iguala, ordenándole que se trasladara al lugar conocido como Loma del Coyote, donde le serían entregados unos “paquetes”, es decir, enemigos.

“…El Chucky (Eduardo Joaquín Jaimes) me llamó por teléfono y me dijo que me iba a entregar los paquetes que llevaba detenidos y que eran del grupo contrario, Los Rojos…”, relató El Cepillo.

El presunto sicario manifestó que en Loma del Coyote, policías de Iguala y Cocula le entregaron a los normalistas, a los que bajaron de las patrullas y subieron a dos camionetas que los llevaron hasta el basurero, donde se les interrogó, ejecutó y quemó.

“Por lo que pude apreciar que probablemente eran entre 38 y 41 detenidos sin poder precisar ya que no los conté, así también me pude percatar que algunos de los detenidos venían amarrados con mecate, otros esposados y algunos golpeados y ensangrentados…”

Dijo que Patricio Reyes, El Pato, dio la orden de terminar con la vida de los estudiantes, ordenando también que no quedara nada, quemando inclusive los teléfonos celulares de sus víctimas.

“Llegando al basurero bajamos a los estudiantes de la camioneta percatándome que unos ya estaban muertos, creo que por asfixia, siendo los que iban hasta abajo y quedaban vivos aproximadamente de 15 a 18 estudiantes.

“Le encargué a El Pato que se hiciera cargo de todo, de entrevistas y de darles piso, y que destruyera todo, que quemara celulares y pertenencias de los detenidos ya que esa había sido la instrucción.

“El Pato ya había acostado a cuatro detenidos y les disparó en la nuca, con su arma corta…”. Fin de las citas.

Discrepan

El GIEI afirmó que de acuerdo con investigaciones científicas los 43 cuerpos de los jóvenes “no fueron incinerados en el basurero”,  y recomendó al gobierno replantear la investigación.

Francisco Cox, integrante del grupo, comentó que se contrató a Torero, perito experto en fuego, quien acudió al basurero de Cocula el 12 de junio de este año.

El experto señaló en su informe que se requieren “condiciones necesarias para incinerar un cuerpo” y que “…el tiempo requerido para consumir un cuerpo en incineración, como los restos enviados a (la Universidad de) Innsbruck, requiere entre 90 y 120 minutos.

“Lo que el profesor Torero indica es que un solo cuerpo requiere 700 kilos de madera, 310 kilos de neumático y la duración de la incineración son 12 horas. En el caso de 43 cuerpos la carga de combustible de madera es de 30 mil 100 kilogramos, de 13 mil 330 kilogramos de neumáticos y la duración de consumo sería (de) 60 horas”.

La llama, apuntó, sería de siete metros y el humo de 300 metros. “Y podría haber sido visto por los habitantes de Cocula”.

El análisis del perito indica que para avivar el fuego, se tenía que usar un “traje especial”. “Nadie se podía acercar sin trajes especiales, sin quemarse”, explicó Cox.

El GIEI también pidió a la  PGR ahondar en una línea de investigación, porque se presume que de Iguala, a Chicago, Estados Unidos, se traslada droga a bordo de autobuses y agregó que el día en que desaparecieron los estudiantes, otro grupo de jóvenes viajaba en un quinto autobús, quienes fueron llevados a una casa de seguridad, línea que no investigó la PGR.

Argentinos

El 9 de febrero de 2016, el EAAF concluyó que no hay pruebas científicas que sustenten que los normalistas fueron quemados en Cocula, aunque confirmó que en el tiradero fueron asesinadas al menos 19 personas, cuyo restos óseos datan de 2010 a la fecha, algunos de estos quemados, pero ni uno pertenece a los normalistas.

Mercedes Doretti, miembro del EAAF, puntualizó que tampoco hay elementos científicos para relacionar los restos del estudiante Alexander Mora Venancio (identificados por la Universidad de Innsbruck), encontrados en una bolsa en el río San Juan, con los hallados en el basurero, porque no presentan las mismas características de fragmentación y calcinación.

Al respecto, Miguel Nieva dijo que el dictamen del EAAF es concluyente, por lo que anunció que solicitarán una junta con peritos de la PGR y GIEI para no realizar un nuevo peritaje en Cocula.

Los argentinos dijeron que hicieron llegar propuestas a la PGR para que se utilice nueva tecnología que permita realizar otras búsquedas, aunque ya se han hecho algunas, aunque no han arrojado resultados positivos. 

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