Agencias
HERMOSILLO, Son.- La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 2 de abril como Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.

El día sirve como una advertencia al tratamiento, a los problemas y a  los derechos de quienes sufren este trastorno.

De acuerdo con Notimex, una de cada 10 mil personas padece de autismo, trastorno biológico del desarrollo que persiste a lo largo de la vida, pero el avance de los pacientes puede ser significativo si se detecta a temprana edad.

La especialista en psicología del Centro Infantil de Desarrollo Neuroconductal (CIDEN) de la Secretaría de Salud, Leonor Duarte Cruz, expuso que el autismo causa problemas en la interacción social y en la comunicación.

En el marco del Día Internacional de Concientización sobre el Autismo, destacó que el CIDEN es la única unidad pública en la que se atiende de manera integral y gratuita a todos aquellos niños con este síndrome que cuentan con Seguro Popular.

Explicó que la institución tiene lo necesario para atender a los menores desde que llegan en busca de diagnóstico y para su tratamiento, que demanda atención médica especializada, así como terapias de conducta, cognitivas y de lenguaje, entre otras.

Mencionó que este padecimiento generalmente se asocia con una conducta que incluye intereses restringidos y comportamientos repetitivos, el cual persiste a lo largo de la vida.

Sin embargo, destacó, con tratamiento el avance puede ser muy significativo, sobre todo, si el diagnóstico se obtiene a temprana edad.

Duarte Cruz comentó que ahora se determina como espectro autismo, debido a que no se considera en grados pues existe un amplio rango en el que se puede manifestar y en todos ellos es notorio el desarrollo extremo de los sentidos.

Señaló que para diagnosticarlo se consideran conductas y reacciones como interacción social recíproca, alteraciones en la calidad de la comunicación, conductas repetitivas estereotipadas y presencia de conductas de intereses particulares.

Refirió que el tratamiento del autismo se desarrolla en torno a terapias, pues los únicos medicamentos que se les puede administrar son sintomáticos para dormir o comer.

Los principales síntomas son que el menor no sonríe socialmente, prefiere jugar solo, dificultad para hacer contacto visual, es muy independiente, se desconecta de los demás, no responde a su nombre y no puede explicar lo que quiere.

Asimismo, a veces parece sordo, no señala o no sabe decir adiós con la mano, hace fuertes berrinches, muestra apego exagerado a juguetes y objetos raros, además de que tiene movimientos raros y repetitivos.