Joel Sampayo/Milenio
CADEREYTA, Nuevo León.- Personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) trabaja desde ayer en el río San Juan, de Cadereyta, Nuevo León, para limpiar el caudal que fue afectado por un derrame de crudo.

La fuga ocurrió a 15 kilómetros de la refinería de Pemex en Cadereyta y, aunque el percance ocurrió desde el domingo, apenas ayer personal de la empresa lanzó un comunicado para informar que la fuga estaba controlada.

De acuerdo con Petróleos Mexicanos, el percance fue provocado por una toma clandestina instalada en el oleoducto Madero-Cadereyta, en las inmediaciones del poblado San Juan.

Para controlar el derrame, informó, se procedió a cortar el flujo de hidrocarburo.

Extensas manchas de petróleo se filtraron por los contenedores plásticos que intentaron aprisionar el hidrocarburo que emergía de un conjunto de válvulas, junto a un panteón.

Enfundados en uniformes anaranjados, unos 300 hombres al servicio de Pemex se sumergían sobre el ennegrecido río para tratar de contener una fuga de petróleo que bajaba por una acequia hasta caer, como negra cascada, en el cauce del San Juan.

El río San Juan es el principal tributario de la presa El Cuchillo-Solidaridad, 40 kilómetros río abajo, una de las más importantes fuentes de abastecimiento de agua potable para Monterrey y un atractivo paraíso de pesca.

El derrame de petróleo crudo afectó a los habitantes del pueblo de San Juan, pues desde el pasado lunes ya lo habían detectado.

Juan García, uno de los afectados, resaltó que el crudo afecta principalmente a las plantas y a los animales y que, a pesar de que acudió desde el domingo con las autoridades, no recibió ninguna respuesta sobre el asunto, agradeció que se haya difundido.