Agencias
ACAPULCO, Guerrero.- El presidente Enrique Peña Nieto aseguró que, a pesar de las catástrofes naturales, Acapulco, Guerrero, “está de pie”, y aseguró que podrá consolidarse como destino turístico con la cooperación del gobierno federal.

El mandatario federal dijo que trabajará en conjunto para reforzar las estructuras de agua potable, carreteras y servicios turísticos.

Después del recorrido por La Pintada, en Atoyac de Álvarez, el Presidente se reunió con integrantes de la industria hotelera y garantizó que el gobierno federal ayudará en las labores de reconstrucción.

También instruyó a la titular de Turismo, Claudia Ruiz Massieu, a aplicar medidas para impulsar el turismo y detonar como eje al puerto, según informó Milenio.

“Y al comprometerme en ello, vamos a dedicar refuerzos para ver cómo resolvemos este tema, pero Acapulco va a recuperar nuevamente su Centro de Convenciones y lo tendrá más que puesto para hacer de él un ancla para realmente tener mayor turismo”, sentenció.

Dijo que en las primeras etapas de recuperación, la Autopista del Sol no cobrará peaje, ya que no se encuentra en óptimas condiciones.

En ese sentido, adelantó que impulsa proyectos para poder construir una autopista que conecte con la zona metropolitana, para que se tenga un mayor flujo de turistas.

Bajo la tierra

De todos los pobladores que quedaron debajo de la tierra en el municipio de Atoyac de Álvarez, no habrá ninguno que sobreviva.

En unos meses, habrá una nueva Pintada, cerca de los campos de café.

De inicio, La Pintada se parece a muchos pueblos de México. La entrada tiene dos o tres casas con una empalizada en el frente con cuatro gallinas coloradas junto a un tendedero con ropa y una carcacha.

La diferencia estaba al fondo del pueblo, donde se encontraba la iglesia con un campanario sencillo, el quiosco y la fuente. En su lugar había una cuadrilla de soldados que trataban de sacar a paladas cuerpos de debajo de montañas de tierra.

También rompía el juego del pueblo típico un cuarteto de helicópteros que dejaron bajar una batería de funcionarios y elementos del Estado Mayor Presidencial.

El presidente Enrique Peña se hizo presente en el pueblo “solo hasta que hubo una tragedia”, según reclamó una de las pobladoras.

El mandatario, visiblemente preocupado, se disculpó: “Es materialmente y físicamente imposible estar en todas las comunidades”. Y enmendó: “Pero hoy vine y voy a volver”.

Prometió que habrá una nueva colonia, en un terreno más seguro. Tendrán una nueva casa y continuarán con los estudios, el trabajo y lo poco que les queda.Acompañado de los titulares de la Defensa, Salvador Cienfuegos; la Marina, Vidal Francisco Soberón, así como de Gobernación, Miguel ängel Osorio Chong, y de Desarrollo Social, Rosario Robles, el Presidente acudió a una de las comunidades en las que más se sintió la tragedia que dejó la tormenta tropical Manuel a su paso.

De una comunidad de no más de 600 personas, 68 quedaron debajo de toneladas de piedra.

“Prácticamente no hay esperanza ya de que pueda, realmente, encontrarse alguna persona con vida. La cantidad de tierra que sepultó más de 40 casas de esta pequeña comunidad difícilmente nos deja pensar o albergar la esperanza de poder encontrar gente con vida”, lamentó.

En la tragedia también hubo quienes sin tener pertenencias ni familiares, lo perdieron todo.

Ramón tiene apenas 19 años, viene de una ranchería a ocho kilómetros en la montaña. Llegó a trabajar el café, porque quería una vida mejor. Empezó a laborar con un patrón que le pagaba 60 pesos a la semana, y le daba de comer y dónde dormir: un cuarto de lámina similar a su casa.

Esa noche, Ramón fue a la tienda y cuando volvió no encontró a sus patrones. Había una montaña en la bocacalle. Perdió así el cuarto donde dormía y los mil 200 pesos que había acumulado.

“No me había pagado. Los guardó mientras llegaba mi mamá de Tlapa, se los di para no gastarlos en alcohol por el Grito”, confesó.

El presidente escuchó toda la historia y le dijo al secretario de Gobernación que atendiera personalmente el caso.

En tanto, personal que participa en las labores del rescate de cuerpos en La Pintada recuperó el cadáver de una mujer de entre el lodo provocado por el deslave.

Desbordamiento latente

El subsecretario de Protección Civil en Guerrero, Constantino González, llamó ayer a la población que vive en las márgenes de la laguna de Tixtla a realizar una evacuación preventiva por el posible incremento en el nivel del cuerpo de agua.

El funcionario dijo que existe el riesgo de un desbordamiento, ya que no hay posibilidad de un desfogue natural y agregó que las personas serán trasladadas a albergues temporales.

Reiteró que la Comisión Nacional del Agua ha programado la elaboración de un canal de desfogue y la utilización de bombas de achique, para bajar los niveles de manera artificial.

Ríos y presas

Las fuertes lluvias que cayeron en Guanajuato provocaron el desbordamiento de ríos y presas en los municipios de Silao y Pénjamo, provocando inundaciones. En el primer ayuntamiento las autoridades estatales confirmaron la muerte de una persona.

Las aguas provocaron también severos encharcamientos en carreteras que llevan de Silao a Guanajuato y de Silao a León, donde quedaron varados varios automovilistas. Hasta la tarde, las autoridades de Protección Civil, del Ejército, la Conagua y de dichos municipios, mantenían revisión constante y control de las zonas afectadas por el agua.

Emergencia

La Coordinación Nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación emitió ayer una declaratoria de emergencia para 21 municipios de San Luis Potosí, ocho de Nuevo León, 24 de Guerrero y cuatro de Morelos, afectados por las inundaciones ocurridas en esos estados la semana pasada.

Derrumbe en el DF

Las lluvias que cayeron ayer en el Distrito Federal provocaron la muerte de una persona en la delegación Magdalena Contreras, donde un talud de tierra cayó sobre un domicilio en la colonia La carbonera.

En el lugar falleció Evangelina Espíndola, de 42 años. Por la noche, se informó que en la delegación fueron reportados al menos 16 puntos de emergencia.