Agencias
MÉXICO, D.F.- México se encuentra entre los países latinoamericanos que menos ingresos tributarios recaudan, pues la tasa de impuestos como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) se ubica en 19.6 por ciento, por debajo del promedio de América Latina, de 20.7 por ciento, y de 34.6 por ciento de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

De acuerdo con el documento "Estadísticas tributarias en América Latina 1990-2012", realizado por la OCDE, la Comisión Nacional para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), la tasa de impuestos de México se ubica apenas por arriba de Nicaragua, donde la tasa es de 19.5 por ciento; Panamá, 18.5; Perú, 18.1; Paraguay, 17.6; Honduras, 17.5, y El Salvador, con 15.7 por ciento, informa Milenio.

Crecimiento insuficiente

En general, para la región latinoamericana, la tasa de impuestos como proporción del PIB creció en promedio en las últimas dos décadas, de 13.9 por ciento en 1990 a 20.7 por ciento en 2012; sin embargo, esta tasa se encuentra aún 14 puntos porcentuales por debajo del promedio de los países de la OCDE, de 34.6 por ciento.

En el caso específico del impuesto al valor agregado (IVA), como porcentaje del PIB, la tasa de México ha pasado de 3.3 por ciento en 1990 a 3.8 por ciento en 2012, pero de los 18 países que considera el estudio, está apenas por encima de Panamá, que tiene 3.3 por ciento, y muy alejado de Uruguay y Argentina, que tienen la tasa más alta, de 8.7 por ciento.

Contraste con países de la OCDE

Los organismos explicaron que la recaudación tributaria de los gobiernos locales en América Latina es baja en la mayoría de los países y no se ha incrementado debido al reducido abanico de impuestos sobre el que tienen competencia, en contraste con los países de la OCDE.

En conjunto, en la región de América Latina la estructura impositiva es la siguiente: los gravámenes generales sobre el consumo representan 34 por ciento del total; los impuestos sobre ingresos y utilidades, 26 por ciento; las contribuciones a la seguridad social y los específicos sobre el consumo 17 por ciento cada uno; las contribuciones a la propiedad, 4 por ciento; otros impuestos, 2 por ciento, y sobre la nómina constituyen 1 por ciento.

Por otra parte, en el estudio de la Cepal, la OCDE y el CIAT se observó que en México el gobierno central contribuyó en 2011 con 81.9 por ciento del ingreso tributario total, mientras que en Argentina representó 64 por ciento; Brasil, 45.9, y Chile, 88.5 por ciento. En tanto, los fondos a la seguridad social representaron en México 14.5 por ciento del ingreso tributario; Argentina, 21.5 por ciento; Brasil, 25.2, y Chile, 4.9 por ciento.

Un punto que ha cobrado relevancia en los últimos años es el referente a los ingreso fiscales provenientes de recursos naturales no renovables, pues el aumento de la demanda internacional de materias primas, especialmente por parte de China e India, provocaron un importante incremento en el precio de estos productos.

Lo anterior llevó a muchos países latinoamericanos a implementar, a partir de 2005, una serie de reformas fiscales cuyos efectos contribuyeron a reforzar el control de los gobiernos de la región sobre la explotación de recursos naturales no renovables y sobre los sectores dedicados a la exportación de minerales e hidrocarburos.

Esto tuvo como resultado que los ingresos fiscales provenientes de recursos naturales no renovables aumentaran a un ritmo superior que al de otros niveles nacionales de recaudación, pero experimentaron un nivel de volatilidad tres veces mayor que el del crecimiento de la recaudación tributaria como porcentaje del PIB observado en la región desde 2000.

Persistente debilidad

La tasa de recaudación de impuestos como porcentaje del producto interno bruto es mayor en Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, Costa Rica, Chile y Ecuador, según un reporte.

En 2012 la tasa de recaudación tributaria con respecto al PIB subió en 13 países de América Latina y el Caribe y se redujo en cuatro.

Los aumentos en el cobro de los impuestos sobre la renta y las utilidades y en los gravámenes sobre bienes y servicios fueron los que más contribuyeron a la recuperación de las tasas de recaudación tributaria promedio en América Latina entre 2012 y 2011.