Como en Big Brother: Policías serán vigilados con cámaras

Los dispositivos buscan evitar acusaciones falsas de delincuentes o de los propios uniformados durante las detenciones.

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La idea de colocar cámaras en las solapas de los policías capitalinos surgió de una práctica muy común en Estados Unidos, donde crecen las denuncias por abusos sobre todo contra las minorías hispana y afroamericana. (Imagen de Notimex y washtimes.com)
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Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- Los policías de la capital mexicana comenzarán a llevar en la solapa del uniforme cámaras portátiles, siguiendo el ejemplo de los agentes en Estados Unidos, para verificar que su comportamiento se ajuste a las normas y evite abusos.

El secretario de Seguridad Pública Hiram Almeida señaló que por ahora se cuenta con cuatro mil cámaras que evitarán acusaciones falsas de delincuentes o de los propios uniformados durante las detenciones.

El programa está en fase de prueba, pero para junio próximo -cuando entre en vigencia en la ciudad el nuevo sistema penal acusatorio- habrá unos 40 mil equipos en funciones. "Estamos haciendo ejercicios de prueba", indicó Almeida, quien dijo que en el nuevo modelo de justicia oral "es fundamental" contar con estos dispositivos, colocados en los chalecos que pueden grabar audio e imágenes de alta definición hasta por siete horas.

"Los equipos darán certeza al trabajo policial pues en caso de un error en las detenciones, en el sistema acusatorio la defensa del acusado podría solicitar al juez de control que invalide el proceso por detención ilegal", dijo.

El agente tendrá la obligación de leer sus derechos a un detenido, actuar de manera legítima y evitar el "exceso de fuerza".

"Necesitamos dar veracidad del actuar de nuestros policías", indicó el funcionario, quien señaló que el proyecto fue autorizado por la secretaría de Gobernación.

Altamente vigilados

El plan se suma a la estrategia de video-vigilancia que ha puesto en marcha el gobierno de la Ciudad de México en los últimos tres años, con la colocación de al menos 20 mil cámaras en puntos estratégicos de la urbe.

Estas cámaras han puesto en evidencia no sólo a los delincuentes cometiendo actos criminales sino también a los responsables del orden público realizando acciones ilegales al golpear a detenidos para sacarles una confesión o exigirles una "mordida" (cohecho) para dejarlos libres. De esta manera, la confianza de la gente en la Policía se ha desplomado en los últimos años, destacan los expertos.

Sólo en la Ciudad de México más de mil oficiales fueron destituidos por cometer diversos delitos en 2014, de los cuales 135 fueron remitidos ante la fiscalía "para enfrentar procesos" por cohecho, extorsión, privación ilegal de la libertad y abuso de autoridad.

Está el caso por ejemplo de un conductor de un taxi, que guardó el anonimato y quien dijo haber sido acusado falsamente de robo tras una pelea con un oficial que estaba fuera de servicio. "Cuando llegamos al ministerio público, y sin mediar palabra, sin decirme nada: '¿sabes qué? tu bronca está cargada y si quieres salirte de aquí, presta 22 mil pesos'".

Como el hombre se negó a pagar, estuvo dos meses en prisión y debió pagar unos 75 mil pesos para recibir comida y evitar que otros reos lo golpearan.

Otro caso de abuso policial ampliamente reseñado por algunos medios se registró el 22 de abril del 2014, cuando Julián Luna y otros jóvenes protestaron frente a las instalaciones de Televisa contra la iniciativa de reforma en el sector de las telecomunicaciones propuesto por el gobierno.

Luna, de 24 años, se enfrentó a los policías antidisturbios de la capital provistos con escudos, quienes lo detuvieron junto con otros cuatro de sus compañeros. Luego, fue golpeado hasta dislocarle la mandíbula y provocarle una hemorragia interna en la cadera. En las redes sociales se dieron a conocer videos sobre las agresiones propinadas por agentes, hecho que suscitó a su vez polémicas hasta la intervención de la oficina del Ombudsman en la capital. Nunca se supo si hubo sanciones contra los agentes.

La idea de colocar cámaras en las solapas de los policías surgió de una práctica que se ha vuelto muy común en los últimos tiempos en Estados Unidos, donde crecen las denuncias por abusos sobre todo contra las minorías hispana y afroamericana.

(Información de Ansalatina.com)

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