Agencias
MÉXICO, D.F.- El presidente de Transparencia Mexicana, Federico Reyes Heroles, planteó crear un Consejo Nacional de Probidad, integrado por los gobiernos federal y estatales, entre otros, para generar consensos en torno a políticas públicas para enfrentar el flagelo de la corrupción y los abusos contra del interés público.

Durante la ceremonia en donde el presidente Enrique Peña Nieto promulgó la reforma constitucional en materia de transparencia, detalló que el consejo se reuniría tres o cuatro veces al año, presididas por el Ejecutivo federal.

Además, con la presencia de los gobernadores, el jefe de gobierno del DF, los representantes del Legislativo, el procurador o futuro fiscal, el encargado de la Comisión Anticorrupción y otros servidores.

Explicó que con este consejo se analizarían las mejores fórmulas por ejemplo para la compra de medicamentos o equipos para entrar al área digital.

Prosperidad y justicia

En su discurso, Reyes Heroles dijo que si en verdad se quiere un país más próspero y justo se tiene que combatir la corrupción, pues advirtió que las cifras sobre el costo para México de este flagelo han oscilado del dos al ocho por ciento.

"Tomemos una cifra intermedia, cinco por ciento, es el equivalente a lo que gastamos en educación año tras año", sostuvo.

Aseguró que “algo estamos haciendo mal los mexicanos, pues a pesar de todos los avances institucionales, la percepción sobre México está en este rubro destrozada: lugar 106 de 177 países en el Índice de Percepción de Transparencia Internacional, debajo de naciones que tienen un grado muy inferior de desarrollo en sus instituciones.

Mitos y avances

No obstante, reconoció que hoy es un día importante para México, pues la reforma constitucional que se promulgó este día es un gran avance.

Con ella, dijo, se rompen mitos y tabúes. El órgano garante obtiene autonomía constitucional y sus resoluciones son inatacables, los sujetos obligados abarcan todos los ámbitos: fideicomisos, sindicatos, gobiernos estatales, municipales, los legislativos locales y el federal, universidades y el Poder Judicial, entre otros.

“Por fin, la rendición de cuentas y la transparencia abrazan a toda la República", se congratuló en su discurso.

Además, indicó, se han aprendido las lecciones, pues la rendición de cuentas no es una exigencia malintencionada en contra de un destinatario predeterminado, "es un mandato ético, una cultura".

"La rendición de cuentas es, debe ser una forma de vida. Todo aquel ciudadano que tiene el privilegio de administrar o recibir fondos públicos, tiene la responsabilidad de explicar a la sociedad el destino de los mismos", concluyó.