Su hija le presentó a la que sería su verdugo

Se supo que María Alejandra Lafuente Casco atendía a la hija de Carrera Cuéllar, por lo que doctora le pidió que los presentara.

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María Alejandra Lafuente Casco se internó en el Instituto Nacional de Psiquiatría, tras asesinar a Allan Carrera Cuéllar. (elintransigente.com)
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Rubén Mosso/Milenio
MÉXICO, D.F.- María Alejandra Lafuente Casco, la psicóloga que asesinó y descuartizó a su marido, conoció a su víctima a través de la hija de éste, a quien atendía en su consultorio.

La especialista en jóvenes y adolescentes le pidió a la hija de Allan Carrera Cuéllar que le presentara a su padre, porque quería conocerlo; la petición la hizo después de la tercera sesión.

Allan, de 41 años de edad, era adinerado y no trabajaba, pues vivía de los recursos que obtenía de la venta de sus negocios de azulejos ubicados al sur de la Ciudad de México, fortuna de la que se desconoce su paradero.

Lo anterior consta en la averiguación previa que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal consignó y a la que Milenio tuvo acceso, en la que se detalla que la víctima sufría de depresión y alcoholismo.

En el expediente se señala que la joven presentó a su papá con la psicóloga; sin embargo, dejó de acudir a consulta cuando se enteró que Allan comenzó a tener una relación sentimental con la psicóloga.

Para ese tiempo, Allan también asistía a consulta con el doctor Alberto Eduardo Isidro Lafuente Grimaldi, padre de María Alejandra.

De acuerdo con la indagatoria que integró la Fiscalía Central de Investigación para Homicidios, la hija se enfrentó con Alejandra, debido a la relación que tenía con su progenitor.

“Comentándome (la hija de Allan) que ella (la psicóloga) la había amenazado de muerte, pero desconozco qué fue lo que exactamente le dijo”, declaró Margarita Carrera, hermana del fallecido, ante el agente del Ministerio Público.

Durante un fin de semana, en abril de este año, Allan acudió a ver a su familia y presentó a María Alejandra Lafuente como su prometida.

“Nos dijo que en una semana se iban a casar e incluso, en esa ocasión ella (Alejandra) comentó que al parecer estaba embarazada. La boda se celebró el lunes siguiente, pero no asistió nadie de mi familia, ya que ellos dijeron que era algo muy íntimo y solo acudieron el padre de Alejandra, la esposa del mismo y los hijos de ella”, subrayó Margarita.

Desaparece

Allan era muy cercano a sus hermanos, con quienes mantenía contacto diariamente a través de mensajes por WhatsApp; no obstante, dejó de comunicarse con ellos desde el pasado 31 de octubre.

Al mismo tiempo, el psiquiatra Alberto Eduardo comenzó a llamar por teléfono a la casa de Adrián Carrera Fuentes, exdirector de la extinta Policía Judicial Federal, padre de Allan; el psiquiatra quería saber si Adrián tenía conocimiento del paradero de Alejandra, a quien llevaba días buscando.

En una de las últimas llamadas que realizó Lafuente Grimaldi a los padres de Allan, fue para informarles que su hija se encontraba internada en el Instituto Nacional de Psiquiatría, “ya que se había puesto paranoica y que se la quería llevar la policía”.

Días antes de que Alejandra fuera ubicada en el mencionado instituto, los hermanos de Allan y su hija recibieron mensajes por WhatsApp, donde supuestamente Allan les comentó que estaba arrepentido de haberse casado con la psicóloga y que ahora tenía una relación con otra mujer. Otros mensajes decían que le gustaba estar solo o que estaba de viaje.

Bitácoras

Una de las pistas que permitió presumir que Alejandra estaba detrás de la desaparición de su marido, fueron las bitácoras de los vigilantes de la Privada de Mariano Abasolo, colonia del Valle Tepepan, perímetro de Tlalpan, donde el matrimonio tenía su casa.

En las anotaciones del 5 de noviembre, los vigilantes señalaron que Alejandra llamó a la caseta “a las 12:45 de la mañana”, pidiendo ayuda para subir una maleta roja a su camioneta.

“Se veía muy nerviosa y desesperada y volteando para todos lados, se le preguntó que llevaba en la maleta y respondió que era equipo de cirujano, que era de su papá y que se lo iba a llevar a un hospital porque estaba muy enferma y la iba operar. Salió y regresó a las 4:18 de la mañana y ya no salió, pero se veía muy sospechosa”, relataron los vigilantes en la bitácora. 

El cuerpo

Tras la desaparición de Allan Carrera Cuéllar, las autoridades encontraron sus restos en distintas partes de la Ciudad de México, ya que María Alejandra Lafuente Casco lo descuartizó después de asesinarlo.

Los médicos agregaron que el cuerpo fue fragmentado con un instrumento punzocortante de bordes dentados, después de que murió la víctima.

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