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Hace un año el edificio B2 de la Torre de Petróleos Mexicanos explotó a las 15:45 y provocó la muerte de 37 personas y 126 lesionados. (Archivo SIPSE)
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Blanca Valadez y Alejandro Madrigal/Milenio 
MÉXICO, D.F.- Un año después desaparecieron los escombros, pero las imágenes de desastre y caos en el edificio B2 de la Torre de Petróleos Mexicanos permanecen en la memoria de sus trabajadores.

La tragedia, ocurrida a las 15:45 horas del 31 de enero de 2013 y que provocó la muerte de 37 personas y 126 lesionados, se percibe en el ambiente aun cuando las obras de rehabilitación están a meses de concluir.

Comandados por Amado Ramírez Ruiz, ingeniero encargado de los trabajos por parte de Pemex, 150 trabajadores se han dedicado a remodelar más de 3 mil metros cuadrados, sótano, planta baja y mezzanine, que forman parte de los 12 pisos en los que laboraban más de mil 713 personas.

"Se lograron retirar 20 toneladas de escombros, esto sin incluir varillas y aluminios", comentó. El proceso ha sido arduo, sobre todo en lo que se denominó la zona cero.

Lo que ayer era un edifico en ruinas, colapsado por una implosión originada en el sótano, ahora es una "obra negra ya terminada" que, según Antonio Eduardo Carrillo Liceaga, subdirector de Servicios Corporativos, cuenta con las condiciones para volver a ser utilizado.

Ya puede ser ocupado

"Se va a rehabilitar, se va remodelar y en su momento se determinará su posible ocupación. La recomendación de los peritajes es que el edificio está en condiciones de ser ocupado. Pemex, en su momento, valorará las necesidades de espacio.

"No tenemos fecha. Aun cuando la rehabilitación culminará en los próximos meses, falta continuar con el proyecto de remodelación de 12 pisos, que llevará tiempo", explicó.

En un recorrido para MILENIO, detallaron que se encuentran "en la etapa de acabado" y que falta instalar cables. Se sustituyeron losas, vigas, colocaron plafón en el techo y los vidrios fueron restituidos.

Por eso, aunque se concluya todo el proceso de electrificación, cableados de telefonía, se instalen los elevadores y otros detalles, por el momento el edificio permanecerá inoperable, vacío, hasta que los directivos decidan lo contrario.

"Tenemos sentimientos de gran pesar. Viendo las instalaciones, no podemos dejar de pensar en nuestros compañeros y en sus familias. El accidente ocurrió en una hora en la que todos transitábamos por estos pasillos. Es inolvidable, siempre se hace presente al ingresar a este centro de trabajo", precisó Carrillo Liceaga.

Ramírez Ruiz detalla que en el ambiente aún se respira mucho dolor: "Yo estuve desde el principio. Me tocó liderar la demolición, el desmantelamiento, y estar en las diferentes etapas de limpieza y levantamiento de escombros. Sabemos que está quedando muy bien el edificio, pero aún sentimos mucho dolor".

Cruz

Huella de ese sentimiento es la enorme cruz azul colocada a la entrada del edificio que permanece bajo el resguardo de la Procuraduría General de la República.

Se observan muros de concreto cubiertos con mármol, como en el viejo edificio. Se colocó el mismo tipo de piso y el viejo jardín desapareció.

Hay zonas acordonadas y los accesos que comunicaban al edificio A con el B2 están completamente bloqueados. Se colocó tapial para evitar curiosos y solo es visible el busto del general Lázaro Cárdenas.

Para mantener el edificio como se diseñó en los años sesenta, los arquitectos determinaron no hacer modificaciones. Mantuvieron los ventanales, pese a que causaron severas lesiones el día de la tragedia.

En la puerta de acceso 21 hay una ofrenda con la imagen de una de las trabajadoras que perdieron la vida, junto a flores y mensajes de recuerdo.

Indemnizaciones, cubiertas

Petróleos Mexicanos (Pemex) dio a conocer que ha indemnizado a todos los familiares de sus trabajadores fallecidos en la explosión conforme al Contrato Colectivo de Trabajo, y que en el caso de los empleados de Copicosa, los parientes fueron indemnizados por esa empresa en su carácter de patrón obligado ante la ley. 
Respecto a la petición de que además reciban indemnización de parte de Pemex, indicó que es legalmente improcedente. Destacó que cubrió los gastos funerarios de los trabajadores externos y que la solicitud de acceso a la averiguación previa escapa a las posibilidades de la paraestatal, ya que es competencia exclusiva de la Procuraduría General de la República.

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