Agencias
SAN ANDRÉS, Oaxaca.- El poblado de San Andrés Cabecera Nueva, en Oaxaca, ahora utilizará boletas, urnas y voto secreto para elegir a sus autoridades, entre ellas el alcalde.

Su debut será durante las próximas elecciones locales de julio, con lo que se convertirá en el municipio número 153 regido por el sistema de partidos políticos, informa Milenio.

La asamblea comunitaria acordó por mayoría desterrar el método de elección por usos y costumbres, luego de la resolución que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la reforma política que logró el gobernador Gabino Cué.

Con estas medidas se logró la flexibilización de los sistemas normativos y consuetudinarios de elección municipal de la entidad, que limitaba incluso el voto de las mujeres.

Al límite

Gloria Zafra, directora del sistema de Usos y Normas Indígenas de Elección, señala que el cambio de régimen obedece a que los usos y costumbres llegaron a su límite y generaron confrontación entre el electorado.

Dijo que si bien es cierto que aumentó el número de municipios de partidos políticos, también pudo haber otros ayuntamientos que cambiaron al sistema de normas comunitarias.

Afirmó que los usos y costumbres en Oaxaca han tenido en algunos poblados indígenas controversias, lo que ha obligado la intromisión de los órganos jurisdiccionales, particularmente la Corte y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Primero para salvaguardar en algunos casos los derechos políticos de los ciudadanos, aunque también para resolver las inconformidades generadas por las agencias municipales al ser excluidas de la repartición de recursos para obra pública.

Zafra consideró necesario que las determinaciones judiciales solo tutelen derechos ciudadanos y generen armonía en las elecciones indígenas, que han demostrado tener más plusvalía que aquellas donde intervienen partidos.

Esto debido a que representan una forma de tutelar los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos, además de que son un antecedente de la democracia en las forma de gobernar.

Asimismo, porque fortalecen la ciudadanía y generan cultura de buen gobierno, ya que son menos corruptos que donde hay gobiernos regidos por los partidos.

El primer estado

Incluso recordó que fue Oaxaca el primero estado que reconoció la legalidad de los sistemas normativos de usos y costumbres en el país.

En su opinión, la resolución de la Corte para ir desterrando los usos y costumbres de las elecciones de concejales viene solo a complicar el escenario político en esta entidad.

Aceptó que un gran número de municipios, más de 140 de 417, ha mostrado resistencias a la armonización, como Santiago Choápam, Santos Reyes Nopala, San Mateo Piñas, Santiago Ixtayutla, Santiago Ixcatlán, Mazatlán de Villa de Flores, Eloxochitlán de Flores Magón, San José El Progreso y San Miguel Chimalapas.

Además de que hay 15 comunidades que son consideradas focos rojos, entre ellas San Pedro Ixtlahuaca, Santa María Atzompa, San Juan Bautista Guelache y Santiago Lachigiri, debido a la constante fricción y roce permanente entre los grupos tribales.

Discriminación

Admitió que hay otros 90 municipios indígenas donde sigue habiendo discriminación y exclusión a las mujeres y residentes no radicados en los poblados para que puedan ejercer su derecho al voto o puedan contender como aspirantes a concejales.

Precisó que el órgano electoral tiene al menos 30 formas de elegir y organizar el sistema de elección de cargos ancestrales y alternativas, muchos de ellos asumidos sin devengar alguna dieta o salario y sujetos a permanente vigilancia y escrutinio público.

El secretario general de Gobierno de Oaxaca, Alfonso Gómez Sandoval Hernández, afirmó que no hay plazos fatales para acelerar los cambios de régimen, advirtiendo que éstos ocurrirán de manera paulatina.

Este año renovarán autoridades municipales los 417 ayuntamientos regidos bajo el sistema de normas comunitarias, esperando que entre julio y agosto se efectúe poco más de 50 por ciento de las elecciones.

En Oaxaca, poco más de 57 por ciento del padrón está regido bajo el sistema de normas indígenas.