Dos presidentes honran al más grande de los colombianos

Los mandatarios de México y Colombia, Enrique Peña y Juan Manuel Santos, encabezan la ceremonia en el Palacio de Bellas Artes.

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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos (i) y el mexicano Enrique Peña Nieto durante la guardia de honor a los restos de Gabriel García Márquez. (Foto: AP)
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Agencias
MÉXICO, D.F.- Los presidentes Enrique Peña Nieto y Juan Manuel Santos encabezaron en el Palacio de Bellas Artes un homenaje al escritor Gabriel García Márquez, quien es el más grande de los colombianos de todos los tiempos.

Peña Nieto dijo que García Márquez es el más grande novelista de América Latina de todos los tiempos y que su fallecimiento es una gran pérdida, no sólo para la literatura sino también para la humanidad.

"Para orgullo de México nuestro país fue el segundo hogar de García Márquez, donde encontró el espacio y la libertad para vivir su vocación y consagrarse en la literatura. Los mexicanos vimos crecer a ese árbol eterno que es García Márquez", expuso Peña durante el homenaje luctuoso que se realiza en el Palacio de Bellas Artes al escritor, informa Milenio.

En su turno, Santos recordó las palabras de Gabo al recibir el Nobel en 1982 en Estocolmo: "Nunca es demasiado tarde para creer en la utopia, una nueva y arrasadora utopía a donde nadie puede decidir por otros hasta la forma de morir, donde deveras sea cierto el amor y sea posible la felicidad".

La ceremonia en Bellas Artes

Con flores, música y miles de lectores y admiradores.

Así fue como México despidió y rindió homenaje al Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, cuyas cenizas reposaron por horas en el imponente Palacio de Bellas Artes de la capital mexicana, mientras en su natal Aracataca se hizo un sepelio simbólico.

Llevados por su familia desde su casa en el sur de la Ciudad de México, los restos del escritor colombiano fallecido el jueves de la semana pasada fueron recibidos en el máximo recinto cultural de la capital con una lluvia de aplausos, mientras la urna con sus cenizas era colocada sobre un pedestal rodeado de rosas amarillas, publica The Associated Press.

Su esposa Mercedes y sus hijos Gonzalo y Rodrigo hicieron la primera guardia de honor y de inmediato comenzó a tocar un cuarteto de cuerdas que intercaló con una orquesta para interpretar algunos fragmentos de piezas clásicas que le gustaban al escritor, del húngaro Béla Bartók al italiano Giovanni Bottesini.

También estuvieron en la primera guardia el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México, Rafael Tovar y de Teresa, y la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes, María Cristina García.

Mientras decenas de invitados, entre familiares, amigos y funcionarios, hacían guardias alrededor de la urna, los admiradores del escritor pasaban a unos metros, sin poder acercarse más que para dejar algunos ramos más de flores amarillas a los pies del pedestal.

'Vallenato de 400 páginas'

Un trio musical se detuvo frente a la urna e interpretó una canción de vallenato, la música de la costa caribeña colombiana de donde era originario y que tanto gusta a Gabo, como cariñosamente se le decía al escritor que falleció el jueves a los 87 años en su casa en México. Algunos asistentes siguieron con aplausos el ritmo.

García Márquez dijo en algún momento que su obra cumbre, "Cien años de soledad", era un vallenato de 400 páginas.

Al homenaje acudieron los escritores mexicanos Héctor Aguilar Camín, Ángeles Mastretta, Homero Aridjis y Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano.

El amarillo era el color predilecto del escritor, y las mariposas evocan una célebre escena de su obra maestra, "Cien años de soledad".

García Márquez mantuvo lazos importantes con ambos países: nació en Colombia, pero escogió México como lugar de residencia hace varias décadas y allí escribió algunas de sus obras capitales, incluida "Cien años de soledad".

Sepelio simbólico en Colombia

En Aracataca, Colombia, el sepelio simbólico se realizó con residentes y visitantes que cargaron una pequeña urna de vidrio y la llevaron en procesión de la casa-museo Gabriel García Márquez hasta la iglesia San José, en el centro del pueblo, y de vuelta al museo.

Unas 3,000 personas vestidas de blanco, algunas con mariposas amarillas de papel en las solapas o flores del mismo color, caminaron por las calles del pueblo que vio nacer al escritor.

"Aracataca le dio mucho a Gabito... que aquí reposen parte de las cenizas", dijo Jorge Polo Camargo, encargado de protocolo de visitantes al sepelio simbólico.

Incierto destino de cenizas

Los restos del autor de "El amor en los tiempos del cólera" fueron cremados en privado, aunque su destino final aún no es claro.

El embajador colombiano en México, José Gabriel Ortiz, dijo que hay un deseo de que sus restos sean divididos entre México y Colombia, aunque todo dependerá de lo que decida la familia.

Tovar y de Teresa dijo en Milenio Televisión que el domingo habló con Mercedes Barcha, esposa del escritor, y aseguró que aún no ha tomado una decisión sobre el destino de las cenizas.

"Es una decisión muy íntima y en su momento la tomará", comentó.

(Con información de Milenio y The Associated Press)

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