Se instala el miedo en Michoacán: suspenden clases

A pesar de que militares y federales vigilan el municipio, padres de familia decidieron no llevar a sus hijos a las aulas.

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Se incrementó la presencia castrense. (Milenio)
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Juan Pablo Becerra-Acosta/Milenio
APATZINGAN, Michoacán.- El Ejército y la Policía Federal asumieron el control de Apatzingán. Alrededor de 500 soldados y 200 policías se dedicaron todo el día a patrullar las calles de la cabecera municipal y de las carreteras que circundan la ciudad, donde también establecieron retenes.

En camiones, camionetas artilladas, vehículos blindados y pick ups, las tropas se hicieron cargo de la seguridad, apoyadas en numerosas ocasiones por sobrevuelos de helicópteros artillados del Ejército y la Policía Federal. Y aquí permanecerán, de acuerdo con el gobierno estatal, quien desplegó efectivos policiales en las entradas carreteras a Morelia, capital del estado.

A pesar de este despliegue de fuerzas, el miedo se instaló aquí, en la capital de la Tierra Caliente: todas las escuelas de todos los niveles cerraron sus puertas. No se debió a una orden de los gobiernos estatal o municipal, sino que surgió de la iniciativa de padres de familia, maestros y directivos de los planteles.

El fortísimo patrullaje militar y policial y la suspensión de clases son la consecuencia de un fin de semana muy intenso. El sábado cientos de hombres y mujeres de las autodefensas de cuatro municipios vecinos (Buenavista Tomatlán, Tepalcatepec, Aguililla y Coalcomán) ocuparon el zócalo de Apatzingán, lo que ocasionó un par de tiroteos y dos heridos, uno de bala y otro con esquirlas de granada.

Esas autodefensas, que habían sido desarmadas por el Ejército a ocho kilómetros de Apatzingán en el poblado El Recreo, y que fueron agredidas por francotiradores, acusan a la gente de Apatzingán de apoyar o pertenecer a Los caballeros templarios. La gente del lugar lo niega.

El domingo en la madrugada, en represalia por esa incursión, según le dijeron funcionarios del gobierno federal a MILENIO, templarios atacaron con bombas caseras y con fuego de fusiles varias subestaciones de la Comisión federal de Electricidad, salvo una, la de Apatzingán, que habría sido atacada por autodefensas, lo que ocasionó que 11 municipios de todo el estado se quedaran sin luz.

Esta vez la medida no fue tomada por las autoridades, sino por padres y profesores

El domingo al mediodía unos 500 ciudadanos de Apatzingán se manifestaron contra la penetración de las autodefensas frente al cuartel de la 43 Región Militar, reclamaron a los soldados y a los policías federales que no impidieran el avance de los grupos provenientes de otros municipios, a quienes acusaron de “delincuentes” y de pertenecer al cártel Jalisco nueva generación. Las autodefensas negaron las acusaciones.

En este ambiente de acusaciones mutuas entre las distintas comunidades amaneció Apatzingán. Aunque la mayoría de los comercios abrió n al mediodía, y la circulación en las calles se fue normalizando conforme pasaron las horas, padres de familia se organizaron a través de redes sociales y de sus teléfonos móviles para no llevar a sus hijos a la escuela.

A quienes no se enteraron de esta iniciativa les sorprendieron los avisos colocados en las puertas de los kínder, las primarias, secundarias y los bachilleratos: “No hay clases hasta nuevo aviso”, se leía en simples cartulinas. En otros planteles el aviso era más elocuente: “Por la situación imperante no habrá clases lunes, martes ni miércoles, y el jueves ya se avisará”.

La decisión no partió de las autoridades educativas, sino de padres de familia, maestros y directivos de los planteles, confirmó a MILENIO el regidor de Educación, Efraín Álvarez, quien explicó que el ayuntamiento se reunirá en las próximas horas con las papás, los maestros y los funcionarios de los colegios para ver cuándo desean reanudar las clases.

El hombre, como los apatzinguenses que se manifestaron el domingo, pidió que la Policía Federal que no patrulle las calles de su municipio, ya que eso “atemoriza a la gente”.

Por más que se le insistió que la PF está para cuidar y que no defiende a un grupo u otro, nada: les enfureció lo del sábado. Del Ejército, señaló que debe dedicarse a cuidar la población y a desarmar “a los delincuentes”, en alusión a las autodefensas que ingresaron el sábado.

En el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Apatzingán la maestra María Chávez, directora de Planeación, estuvo en lo mismo.

—¿No quieren a la Policía Federal?

—No.

—¿Pero si se quedan sin vigilancia y vienen las autodefensas armadas?

—Pues no.

—Ustedes también sufren extorsiones y secuestros aquí de Los caballeros templarios, ¿no?

Esa pregunta. Esa pregunta que siempre le cambia la mirada a la gente de Apatzingán, que la torna nerviosísima.

—De eso no sabría contestarle, no tengo información. Nosotros solo queremos trabajar y vivir en paz. Y no es posible que los jóvenes se queden sin educación por esa gente armada (las autodefensas que se levantaron contra los templarios). Que ya nos dejen vivir.

Justamente las mismas quejas que tiene la gente de los otros municipios; pero, sobre los pobladores de Apatzingán.

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