Querétaro vive un despegue de la industria aeronáutica

En los últimos cinco años ha florecido una bullente zona industrial con distintos centros de producción e investigación.

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El gobierno estatal calcula que en 2020 la industria aeronáutica generará 20 mil empleos. (Héctor Téllez/Milenio)
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Víctor Hugo Michel/Milenio
QUERÉTARO.- Los destinos de los ejidos Coyotillos y Viborillas, dos páramos a orillas de Querétaro, siempre han estado a merced del cielo bajo una ecuación terriblemente sencilla: cuando llueve hay cosecha de alfalfa; cuando no, viene un año de vacas flacas.

Por eso hubiera sonado a disparate decir que alguien en esta zona, dedicada por generaciones a la agricultura, iba un día a tratar de conquistar el cielo. Pero lo hizo: se volvió en el centro de una transformación económica y tecnológica a velocidad de jet.

En un lustro, ambos ejidos se convirtieron en uno de los centros de alta tecnología aeronáutica más importantes de Latinoamérica, un hub al que han comenzado a llegar cientos de millones de dólares en inversiones de algunas de las empresas más avanzadas del planeta, todas con la idea de hacer dinero y volar más alto que los rivales.

Bombardier. Eurocopter. General Motors. Safran. Empresas estadunidenses. Inversiones británicas. Proyectos franceses y españoles. Esta zona forrajera pasó de arquetípico campo de temporal a uno de los más recientes proyectos de la industria aeronáutica global, un prototipo de lo que idílicamente se querría hacer a escala nacional: llevar a un país predominantemente basado en la agricultura, maquila y mano de obra barata a un modelo de producción high tech de altos salarios e intensa materia gris.

Una investigación de EU afirma que hasta 72% del intercambio comercial de Querétaro puede clasificarse como "tecnológicamente avanzado"

"Creo que nadie hace 10 años se hubiera imaginado lo que está sucediendo en esa zona de Querétaro; casi de la noche a la mañana México se está volviendo un proveedor global en una de las industrias más competitivas del planeta", admitió Luis Gerardo Lizcano, director de la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial.

A lo que Lizcano se refiere es al creciente desarrollo de empresas aeroespaciales, en especial a un cluster o corredor de cinco kilómetros alrededor del aeropuerto de Querétaro. 

En los últimos cinco años aquí ha florecido una bullente zona industrial con distintos centros de producción e investigación en los que ya se elaboran desde fuselajes de jets ejecutivos y puertas de avión hasta arneses eléctricos, partes para helicópteros, trenes de aterrizaje y aspas de turbinas para Boeing. De un puñado de empleos se pasó a 8 mil en un corto periodo.

El ascenso de esta nueva industria hace al fenómeno aún más llamativo. En 1999, según cifras de la Secretaría de Economía, México captó apenas cien mil dólares de inversión extranjera directa vinculada a la aeronáutica. Desde 2008, tras la llegada de Bombardier a Querétaro, la cifra se ha disparado: 903 millones de dólares.

"En 2007 había solo dos empresas dedicadas al ramo en el estado y ahora ya pasamos a 35", explica Marcelo López, Secretario de Desarrollo Sustentable de Querétaro.

El cambio ha comenzado a permear en la estructura económica del estado. Una investigación de la Brookings Institution de Estados Unidos detalla que hasta 72 por ciento del intercambio comercial de Querétaro puede clasificarse como "tecnológicamente avanzado", vinculado al sector aeronáutico y high tech, muy por encima del promedio nacional de 56 por ciento y solo por debajo de Tijuana y Ciudad Juárez. Con cifras de 2013, las industrias en territorio queretano exportaron 7.3 mil millones de dólares a EU.

Números

Para dar un ejemplo del papel que ha jugado la industria aeronáutica en el proceso, basta revisar algunos de los números de qué es lo que Querétaro produce y exporta. 

El año pasado, el sector agrícola generó ganancias por 293 millones de dólares, principalmente sorgo y tomate rojo. 

El sector electrónico, en el que se incluye el renglón aeronáutico, alcanzó mil 700 millones de dólares, muy cerca de los mil 900 millones generados por la industria automotriz, pese a que ésta lleva al menos dos décadas de ventaja.

El gobierno estatal calcula que en 2020 la industria aeronáutica generará 20 mil empleos y aportará hasta 10 por ciento del producto interno bruto del estado, casi lo mismo que la automotriz.

Sin embargo, dentro de su éxito, el modelo se ha enfrentado a sus propios límites estructurales. Si bien siguen creciendo las exportaciones, es un aumento que se ha visto frenado debido a que no se ha logrado dar un salto crucial: producir partes que requieren de procesos técnicos avanzados. Esto, explica López, se debe a que México aún no tiene las certificaciones de seguridad necesarias, las credenciales, por así llamarlas, que confirmen que el país ya está en las grandes ligas.

Pese a la presión de la industria, la Dirección General de Aeronáutica Civil no ha logrado avanzar en una convergencia con los estándares estadunidenses. Por ejemplo, hay tornillos empleados en el fuselaje o en las turbinas que requieren de tratamientos térmicos especiales. 

En teoría, se ve como algo simple. Pero la realidad es que en México no existe la tecnología todavía para hacerlos y piezas tan pequeñas como éstas deben ser importadas de EU.

Vuelo de alturas

Justin Bieber. Oprah Winfrey. Bono. El príncipe heredero de la corona Saudi Árabe. Además de ser terriblemente ricos, tienen otra cosa en común: disfrutan volar con clase (y quemando miles de dólares en el trayecto). 

En el ultracompetitivo mercado mundial de aviones de lujo son dueños de una aeronave en particular, considerada un palacio con alas debido a sus comodidades. Se trata del Global 6000, la joya de la corona del gigante aeronáutico canadiense Bombardier.

Estos personajes tienen otra cosa en común: su joyita nació parcialmente en Querétaro. Una tercera parte del fuselaje de esta aeronave ya se produce en la planta de Viborillas, donde cuadrillas de ingenieros mexicanos elaboran la sección de cola y los arneses eléctricos que conectan la instrumentación con los controles de navegación.

"Este es el avión más lujoso el mundo. Si quieres adaptarlo con un estudio de grabación, podemos hacerlo. Si quieres poner las recámaras, se le pueden adaptar. Prácticamente se puede configurar a los deseos del cliente", explica Pilar Abaroa, director de comunicaciones de Bombardier en México.

El largo camino recorrido después por la cola del avión da una idea de la interconexión entre la industria en el estado y otras ciudades de EU. Para detallarla, esta sección es enviada a la planta de Bombardier en Wichita, Kansas, y de ahí a Montreal.

El número de proyectos elaborados en México también ha ido en ascenso, lo mismo que su complejidad. Desde 2009, un programa para la construcción de un avión completo de fibra de carbono fue trasladado de una planta en Alemania a Querétaro. Desde ese año, Eurocopter produce las puertas de sus aviones Airbus en una fábrica ubicada a unos cuantos metros de la canadiense.

Hasta ahora, Bombardier ha trasladado a su planta mexicana la fabricación de componentes del Learjet 85, en particular los fuselajes delantero y trasero y el ensamble de alas, además de la composición de arneses eléctricos.

Por otro lado, se tiene proyectada la construcción del Centro Nacional de la Industria Aeronáutica, una entidad gubernamental que buscará atraer aún más capitales y crear sinergias con las empresas del cluster. 

Con una inversión inicial de 50 millones de dólares, en 2015 iniciará la edificación del más grande centro de mantenimiento de aviones en Latinoamérica, una instalación de 50 mil metros cuadrados en la que la Delta quiere dar servicio a su flota.

En el corto plazo, prácticamente todos los aviones 737, 747 y 767 de esa aerolínea volarán a México para su servicio y reparación.

López calcula que en 10 años el nivel de concentración de tecnología, ingenieros y capital podrá ser suficiente para generar la masa crítica necesaria para un viejo proyecto: la construcción del primer avión hecho cien por ciento en México.

"Ese es el próximo paso", dijo.

Centro de Mantenimiento

  • Ayer, el presidente Enrique Peña Nieto inauguró en Querétaro el Centro de Mantenimiento, Reparación y Revisión Aeroespacial TechOps, de Aeroméxico y Delta Airlines, el cual tuvo una inversión de 60 millones de pesos.
  • Durante el evento, el mandatario afirmó que la industria aeroespacial de México cuenta con 270 empresas y 11 centros de investigación y que es una de las más dinámicas a nivel mundial.

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