¿Es posible? Vacuna comestible contra el coronavirus, propuesta de científico mexicano

El biotecnólogo egresado de la Universidad Autónoma de Nuevo León, busca modificar genéticamente las plantas de tomates para que puedan expresar la vacuna contra el SARS CoV-2.

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El poder vacunarte con solo ingerir "super tomates" representa años de estudio en biotecnología moderna y un avance para la humanidad. [Foto: Daniel Zamora / Portal UANL]
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MÉXICO.- La pandemia por coronavirus y su severo impacto en la sociedad del 2020 ha obligado a las autoridades sanitarias a replantear los avances médicos y sus aportes en pro de la humanidad. La carrera por encontrar una vacuna que combata al Covid-19 se vuelve cada día más intensa, sin embargo existe un científico mexicano que ha propuesto el cultivo de tomates con propiedades únicas para crear una vacuna comestible contra la cepa de Wuhan. 

Se trata de Daniel Garza García, biotecnólogo egresado de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y líder de una innovadora estrategia que sugiere la aplicación de la vacunología inversa donde interviene la ingeniería genética computacional y agrotransformación que busca modificar genéticamente las plantas de tomates para que puedan expresar la vacuna contra el SARS CoV-2.

De acuerdo con una entrevista brindada al portal universitario Punto U, Garza García aseveró que el proceso de producción y purificación de las vacunas convencionales es más costoso para países en vías de desarrollo. Pero una vacuna en la que el antígeno se expresa en la parte comestible de la planta reduce los costos debido a la facilidad de cultivo.

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El biotecnólogo dio a conocer que en los años 80 se crearon las primeras plantas de tabaco transgénicas, y genéticamente modificadas. Pero recalcó que el tomate fue el primer producto genéticamente modificado que se comercializó. Esto debido a que la planta de tomate permite obtener altos niveles de expresión de la proteína recombinante para ser expresada en la especie andina Solanum lycopersicum, como vacuna comestible y como caso exitoso de agricultura molecular.

En los últimos 25 años la agricultura molecular ha logrado la producción de productos biofarmacéuticos vegetales comestibles que revolucionarían la industria farmacéutica al reducir costos de fermentación, purificación, almacenamiento en frío y transporte.

Utilizando herramientas bioinformáticas en las secuencias genómicas y proteómicas de SARS-CoV-2, la investigación que lidera Daniel Garza se centró en identificar epítopos (porción de una macromolécula que reconoce el sistema inmune) como candidatos vacunales.

Esta proteína recombinante estimula una respuesta inmune de manera más eficiente, en comparación con las vacunas que utilizan virus, al reducir el riesgo de reversión de la patogenicidad. Esto permite, además, utilizarla en pacientes inmunodeprimidos.

Cultivos transgénicos, discusión pendiente en México 

Desde 1988 y hasta la fecha en México ha habido cultivos genéticamente modificados y peticiones agroalimentarias, leyes, reglamentos, decretos, cambios constitucionales, creación de organismos reguladores y de la sociedad civil. 

En opinión de Daniel Garza, la situación actual de contingencia que vivimos sin duda nos hará replantearnos la legislación no solo en México sino también en América Latina respecto a los organismos modificados genéticamente (OMG).

“Nuestra vacuna cumple con todas las características; como estabilidad, accesibilidad, antigenicidad y flexibilidad, evidenciando eficacia protectora y seguridad como vacuna contra la infección por SARS-CoV-2 en humanos”, afirmó el biotecnólogo mexicano.

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