'Señor presidente, me han dado la orden de matarlo'

El presidente municipal de Pungarabato dice que hace dos semanas recibió una amenaza de muerte y en días recientes fue asesinado su chofer.

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Cuando Ambrosio Soto tomó posesión del cargo, en septiembre pasado, 'de bienvenida' el jefe de plaza de la región le pidió un millón de pesos. (proceso.com.mx)
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José Antonio Belmont/Javier Trujillo/Milenio
PUNGARABATO, Gro.- "Señor presidente, tengo a bien avisarle que han dado la orden de matarlo en este tiempo de clausuras"... por clausuras se refiere a las ceremonias por el fin de cursos escolares a los que en esta región acostumbramos acudir las autoridades municipales, explica Ambrosio Soto, alcalde de Pungarabato, Guerrero, quien tiene ya dos semanas con esa “advertencia”.

Es la primera parte de un mensaje de texto que recibió en su celular hace un par de semanas. No es el primero: durante la campaña para la presidencia municipal en junio pasado, el crimen organizado le exigió que se desistiera de participar.

Pungarabato es uno de los 10 municipios que integran la Tierra Caliente en Guerrero y es el principal centro comercial de toda la región por su colindancia con el Estado de México y Michoacán.

Cuando tomó posesión del cargo, en septiembre pasado, “de bienvenida” el jefe de plaza de la región le pidió un millón de pesos y la orden de a quién colocar como tesorero y director de Obras del municipio.

"No nos queda otra más que defender nuestros derechos y el patrimonio que tenemos"...

“De ese tamaño, no podíamos decidir, no se podía resistir, era imposible. Los señores (del crimen organizado) tenían control de todo en la región: policías estatales, federales, inclusive de militares”, enfatizó.

Entonces, el presidente municipal perredista decidió poner su renuncia sobre la mesa ante la dirigencia nacional de su partido con el argumento de que no podía aceptar esta situación; Soto también interpuso una denuncia en la Procuraduría General de la República.

Diez días después, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, y el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, encabezaron el relanzamiento del operativo Tierra Caliente, que entonces amplió la presencia de fuerzas federales en esa zona con 400 elementos.

A decir del propio presidente municipal, en Ciudad Altamirano solo hay dos patrullas estatales y unas “cuantas” federales para cuidar a casi 30 mil pobladores... “también quitamos de la administración pasada a más de 30 policías que estaban ligados al crimen organizado”, presumió.

“Policías que no aprobaron el examen de confianza que les hicieron hace dos años, año y medio, los tuvimos que liquidar. Antes no se podía porque el jefe de plaza no lo aceptaba y se les tenía que seguir pagando, aunque estaban al servicio  de la delincuencia organizada”, detalló.

La cosa se calmó, recordó el munícipe, pero hace “mes y medio el gobierno federal cometió el error de llevarse a la policía y desde entonces hay por lo menos uno o dos secuestros por semana, las extorsiones regresaron”. Y sí, la semana pasada su chofer fue ejecutado.

Hace unos días, Soto decidió tomar medidas por su cuenta: a pesar de contar con escolta de la Policía Federal, el presidente municipal ya porta su arma de fuego, que “casi siempre cargo”.

Pero el alcalde no se quedó ahí e hizo el llamado a los productores ganaderos de Tierra Caliente, el sector más azotado por la delincuencia organizada en la región, a armarse y defenderse por propia mano…

“Ya desesperados estamos pidiendo a la Sedena que registre las armas. Vamos a las comunidades y le pedimos al batallón que vaya y registre o que vengan a acá a registrar las armas. Y nos vamos a defender, no hay de otra.

“En Tierra Caliente no va a haber otra alternativa. A lo mejor soy pesimista, pero si el gobierno federal no actúa y no extermina a esta delincuencia que tanto daño le ha hecho concretamente a mi municipio, va a ser complicado y nos vamos a tener que armar”, subrayó.

Armas listas

Actualmente un centenar de ganaderos en la Tierra Caliente de Guerrero ya tiene listas sus escopetas, rifles y diversas armas.

Catalino Mancilla es uno de ellos. Es presidente de una asociación ganadera de la región y en los últimos dos meses ya ha sufrido un par de intentos de homicidio en su rancho, ubicado en el municipio de Cutzamala de Pinzón…

“Eran las 06:00 de la mañana, todavía estaba oscuro. Yo ordeñaba la primera vaca. Oí una explosión y fue un balazo que me dieron por la espalda. Afortunadamente no tuve problemas, no me tocó ningún órgano vital, esa fue una obra de Dios”, dijo al evocar el primer atentado que sufrió a unos metros de su casa en el rancho Las Borregas.

Esta situación reafirmó la decisión de este hombre, de 54 años, de defenderse por su cuenta, por lo que platica sin soltar su escopeta.

“Por voluntad propia nos vamos a armar, porque yo no puedo perder la vida nomás así y que se me ponga enfrente un individuo, me mate y me quite lo que en muchos años he hecho.

“Vamos a tomar la iniciativa porque no nos queda otra más que defender nuestros derechos y el patrimonio que tenemos y que en toda la vida hemos hecho”, exclamó.

El dirigente ganadero resaltó la problemática que han vivido en los meses recientes por el crimen organizado, como el abigeato.

Subrayó que en dos meses tienen contabilizadas 150 cabezas de ganado hurtadas que, “por lo bajo”, tienen un valor de 10 mil pesos. “Haz la cuenta de las pérdidas”, reta.

Los 400 ganaderos integrantes de esta asociación no tienen dudas en sumarse al llamado del presidente municipal. “Ya vamos a hacer rondines, a cargar nuestra ‘armita’ que esté permitida por ley”.

No obstante, justamente es la ley a la que le teme más: actualmente solo cuenta con un registro, pero no con un permiso de portación.

“Llevamos la desventaja de que no podemos portar ningún arma. El arma debe estar en la casa, entonces ¿cómo nos vamos a defender del crimen organizado?”, cuestionó.  

“Que a los productores del campo, los ganaderos o los que estamos trabajando para que la nación siga adelante, trabajando, nos den esa facultad, ese permiso, de no tan solo tener el arma en la casa, sino de portarla, porque entonces, ¿cómo nos vamos a cuidar?”...

“…Aprovechando que no trae mucha seguridad, tenga cuidado porque ya pueden tener varios días siguiéndolo”, muestra la segunda parte del mensaje de texto el alcalde Soto, y que “prueba que en Tierra Caliente no hay de otra que estar armados”.

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