José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- "En lo que va del año, en Yucatán se han registrado 86 defunciones relacionadas con accidentes de tránsito, de las cuales 20 han sido por vehículo automotor, 37 por motocicleta, 14 peatones y 9 no especificadas". 

"Se han registrado mil 733 accidentes de vehículos motores (automóvil o motocicleta) resultando 44 peatones lesionados", detalló Rodrigo Ramírez Victoria, responsable estatal del Programa de Prevención de Accidentes y Seguridad Vial de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY).

Ramírez Victoria comentó que el programa a su cargo se encuentra inmerso en un proyecto para la adecuación de tres reglamentos de tránsito en colaboración con el área de Normatividad del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Conapra).

A los reglamentos de Mérida, Kanasín y Valladolid se les harían modificaciones que especifiquen de manera mucho más clara el uso del cinturón de seguridad en automovilistas,  el uso adecuado del casco en motociclistas y la prohibición del uso del teléfono móvil.

Vida útil de cascos

"Muchas personas no saben que el casco de motociclista caduca luego de tres a cinco años de adquirirlo. Pasado este tiempo el casco ya no es útil porque el material con el que está hecho se endurece y ya no redistribuye el golpe. El uso de un casco adecuado protege en un 72 por ciento de sufrir traumatismo craneoencefálico grave y en un 39 por ciento de la posibilidad de muerte si se encuentra debidamente abrochado", aseveró.

El médico agregó que una vez que el casco se agriete a causa de un accidente o ya tenga varios años de haberse comprado, será necesario desecharlo, cortarle los cordones y evitar venderlo para que lo use otra persona ya que estaría poniendo en riesgo su vida.

Mencionó que un estudio realizado por el programa a su cargo determinó que un casco con las características de seguridad necesarias tiene un costo aproximado en el mercado entre 300 y 400 pesos. 

“No es una inversión muy fuerte ya que es un artículo que nos va a proteger de manera adecuada por un período de cinco años. Sin embargo, muchos motociclistas se preocupan más por evadir una infracción de tránsito que por su seguridad, y en caso de portar casco optan por el más económico. Es es uno de los puntos que se atacarán en las modificaciones a los reglamentos de tránsito de Mérida, Kanasín y Valladolid”, aseveró.

Cascos inadecuados

Expuso que algunas personas no utilizan cascos para motociclistas, sino que portan cascos de  beisbolista o para quienes trabajan en la construcción, por lo que en caso de un accidente de tránsito su utilidad para proteger la cabeza de un golpe no es la recomendada por las normas nacionales e internacionales.

Una de las más conocidas es la norma “DOT”, que se refiere a los estándares dispuestos por el departamento de transporte de Estados Unidos, que son más bien requerimientos mínimos que deben cumplir los cascos.

“Técnicamente se conoce a este estándar como el FMVSS 218 (federal motor vehicle safety standard 218) y los cascos que tienen esa norma tienen las siglas DOT en la parte trasera inferior, digamos que donde está la base del cráneo”, expresó.

Finalmente, comentó que cada vez incrementa más el número de vehículos en el estado, lo que el Programa que dirige trabaja en la constante difusión de los factores de riesgo para prevenir accidentes graves y en consecuencia, las muertes relacionadas con ellos.

Curso para policías federales sobre urgencias

La Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) realizó el curso taller de Primer Respondiente con la participación de 40 policías federales, cuyas actividades se enfocaron en reconocer con prontitud una urgencia médica y aplicar el tratamiento oportuno, informó el secretario Técnico del Consejo Estatal de Prevención de Accidentes de la dependencia, Rodrigo Ramírez Victoria.

El funcionario aseveró que el tiempo que transcurre entre uno y otro es de vital importancia para salvar una vida y la capacitación de la sociedad civil es relevante dentro del modelo de atención prehospitalaria de urgencias.

Afirmó que una persona común puede ser el primer contacto con algún lesionado y si está preparado como primer respondiente, debe saber reconocer una situación de este tipo, así como contar con un número telefónico para solicitar ayuda especializada y dar el apoyo básico de sobrevivencia.

Detalló que el primer respondiente se define, acorde con la Norma Oficial Mexicana NOM-034-SSA3-2013, como alguien capacitado en temas de primeros auxilios, para coadyuvar en la prestación de servicios de atención médica prehospitalaria y poder proporcionar ese respaldo a quien presente una alteración en su estado de salud.

Asimismo, agregó que en la mayoría de las ocasiones, las primeras personas en acudir al lugar del siniestro, como peatones y policías, por ejemplo, no cuentan con los conocimientos necesarios para la atención inmediata de urgencias médicas y para brindar asistencia a la víctima durante los primeros minutos del accidente. El objetivo es limitar las complicaciones que representa el no actuar de la forma adecuada.

Finalmente, Ramírez Victoria dijo que la SSY organiza periódicamente este tipo de cursos, por lo que este taller, dirigido a miembros de la Policía Federal, se llevó a cabo con muy buenos resultados y participación.