José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- En Yucatán, son comunes los casos de adolescentes que se escapan con el novio o con personas que las contactan por redes sociales, afirmó Víctor Chan Martín, director del movimiento Lazo para María Evelia.

“Cuando un menor deposita su afecto, su atención y su seguridad a través de una pantalla muestra que hay carencias significativas en la familia. Por eso, el leer a alguien que les escribe palabras bonitas, se ‘enganchan’ y es fácil de que haga lo que la persona le diga, lo que incluye huir de su hogar”, advirtió el psicoterapeuta.

El también director de Hogares Maná, A.C., recordó que hace algunos años se dio el caso de una adolescente de 14 años que fue contactada por medio de redes sociales y que huyó de su hogar... fue localizada en una ciudad de Estados Unidos.

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“Creo que los padres no ponen atención en sus hijos porque están concentrados en sus necesidades: empleo, problemas personales y de familia. En los casos que he conocido de aquí (Yucatán) hay de divorcio, violencia e indiferencia hacia los hijos. Es decir, son conflictos de adultos que desafortunadamente recaen y se manifiesta en la vida de los adolescentes”.

Consideró que lo más lamentable, en caso de las menores que desaparecen, es el alto riesgo de ser víctimas de trata de personas y embarazos no planeados, y tener hasta pensamientos suicidas.

“No sólo es el tema de vacíos afectivos y de seguridad lo que hace que huyan, sino todo lo que genera social y económicamente. Lastima finalmente el tejido social. Creo, y tengo testimonios de ello, que si no comenzamos en la primera infancia a trabajar en la seguridad y el afecto, atender las necesidades para el sano desarrollo del niño, cuando llegue a la etapa adolescente, fácilmente caerá con personas que se dedican a buscarlos en redes sociales para abusar de ellos”.

Dijo que si no se tienen matrimonios y familias sólidas, habrá cada vez más adolescentes buscando en las redes sociales lo que en su casa no tienen, y desafortunadamente pueden caer en manos de depredadores sexuales.