Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Los aluxes son llamados “duendes del mayab” y, tal y como hemos mencionado en reportajes anteriores, se dedican a proteger y cuidar las milpas, terrenos, casas, cenotes y el monte en general.

Sin embargo, aunque se considera que estos seres son inofensivos, en los últimos 120 años se tienen registros de personas que han sido secuestradas por ellos. Dentro de mis archivos tengo al menos 45 casos; el más antiguo data del año 1897, pero tan sólo en la última década han ocurrido al menos diez. 

A continuación les presento tres casos, los cuales en su momento incluso han sido documentados en la prensa no sólo a nivel local, sino también a nivel internacional. 

El primero de ellos ocurrió en 2008, en Playa del Carmen, Quintana Roo, en donde una joven de 15 años de edad fue encontrada el domingo 6 de diciembre a las 10 de la mañana en una calle de la colonia Bellavista por su padre el señor Jaime Morales López, así como por la policía y una ambulancia. La menor presentaba una crisis nerviosa, tenía la mirada perdida y gritaba que un duende se la quería llevar a la selva.

Desde días antes ya habían empezado a ocurrir cosas extrañas, pues en el domicilio en donde dormía les habían tirado harina en todo el cuerpo, tanto a ella como a su abuela y se habían plasmado de forma clara las huellas de pequeños pies y manos que si fueran de humanos, por el tamaño tendrían que ser de un niño de 1 ó 2 años de edad, lo que era imposible. Los juguetes también habían aparecido acomodados en forma circular de bajo de la mesa y varios sucesos más, pues por ejemplo amanecía con el cabello completamente enredado y trenzado y ya habían visto la silueta de este presunto alux.

Y fue así como aquel domingo, la menor de pronto se puso sus zapatos y salió corriendo de la casa, pues afirmaba que este duende la perseguía y se iba a internar en la selva, por fortuna la encontraron antes y tras semanas de hacer rituales y limpias por fin la cosas mejoraron.

En Campeche

El segundo caso ocurrió en Chunkanán, Campeche. Una mañana del año 2014, el niño José Alonso Pech Perera se encontraba en el monte recolectando leña en compañía de su mamá cuando de pronto afirma que vio a un diminuto ser que lo llamó  para invitarlo a jugar.

El niño lo siguió varios metros monte adentro hasta perderse, ahí pasó toda la noche y fue encontrado hasta el día siguiente por la Policía; sin embargo, no tenía muestras de que le hubiera ocurrido algo malo, pues decía que los aluxes lo habían alimentado, cuidado y cuando cayó la noche le dijeron que durmiera junto a un árbol.

En Tetiz

Pero sin duda el caso más sonado ha sido el del niño “Alex” del municipio de Tetiz, ya que trascendió incluso a nivel nacional desde aquel año 2005 en que ocurrió; el menor se extravió  en montes cercanos a su casa, él estaba con su abuelo y su hermanito en el monte y cuando los llamaron para que vayan a su casa él ya no llegó. 

A pesar de la intensa búsqueda que se da de inmediato entre vecinos, voluntarios, policías municipales, estatales e incluso soldados y grupos especializados de búsqueda (incluyendo perros sabuesos) no apareció ningún rastro de este niño.

Peinaron amplias zonas del monte de este municipio y sitios aledaños, se instalaron retenes en carreteras estatales (pensando en un posible secuestro) y con el paso de los días y las semanas jamás apareció. Se estima que poco más de 400 personas participaron en la intensa búsqueda.

Alex tenía en ese entonces diez años de edad y era poco probable que pudiera sobrevivir solo y sin comida a los ataques de animales o situaciones propias del monte, y que además no dejara ningún rastro (sangre, ropa, etc.)

Especialistas en temas paranormales así como hmen y chamanes afirmaron que se lo habían llevado los aluxes y los dueños del monte, y que éste reaparecería 13 años después convertido en un poderoso hechicero de magia blanca; han transcurrido ya casi 12 años y hasta la fecha nunca apareció ni se encontró alguna pista nueva, quizás sea solo cuestión de esperar.

Y así como estos tres casos hay decenas más, en algunas ocasiones las víctimas han regresado y han podido contar su historia, pero hay algunos casos como el de Alex en donde esto no ha sido posible. 

Más adelante les presentaré otros casos como el de estos tres menores e incluso de adultos quienes aseguran e incluso juran que sí fueron los aluxes los culpables de estos sucesos.