Manuel Pool/SIPSE
PROGRESO, Yuc.- Más  de cuatro mil personas iniciaron el año disfrutando de las playas de Progreso, y aunque el movimiento comenzó a partir del mediodía, los prestadores de servicios reportaron un incremento en sus ventas de alrededor del 30%, especialmente en el caso de los artesanos que se ubican en la acera del malecón.

“Esperamos que se mantenga el flujo de visitantes en la semana, por lo pronto para mañana (por hoy), con la llegada del Carnival Triumph, seguro continuará la buena racha”, señaló José Antonio Caamal, uno de los vendedores, que destacó que viven un mejor panorama al que tenían cuando se ubicaban en las calles laterales.

En las playas, que lucieron limpias de zargazo y de basura, se apreciaba una gran afluencia de visitantes, principalmente de origen nacional que llenaron las palapas en la zona, mientras que los pequeños disfrutaban haciendo castillos de arena.

Proveniente del DF, José Antonio Fernández se dijo gratamente sorprendido por el cambio que experimentó la imagen del puerto:

“Después de 20 años de haber venido por primera vez  con mi esposa, lo encontramos muy moderno, pero sigue siendo agradable y hospitalario, muy tranquilo”, dijo mientras apuraba el paso para alcanzar a su esposa que se disponía a entrar a un restaurante de la zona.   

Por el bulevar se daban cita cientos de familias, muchas inclusive hasta con el perro, mientras que bañistas que salían del agua aprovecharon que el ayuntamiento reparó las regaderas públicas para enjuagarse.

Un punto negativo fue el hecho de que el módulo de información turística no trabajó y el espacio fue ocupado por una persona que elabora tatuajes temporales.

En las calles aledañas al malecón, enormes autobuses de turismo pasaban apuros para doblar por las estrechas arterias, mientras que varios conductores de vehículos con placas foráneas cruzaban en sentido contrario las vialidades paralelas.

El estacionamiento que se habilitó en un terreno aledaño al parque de la Paz estaba saturado, destacando la presencia de un camión de ruta de la Alianza que se utilizó para una excursión, mientras que al interior de una tienda de conveniencia ubicada en el malecón los visitantes formaron largas colas para adquirir cervezas y refrescos.