Aprendamos a consumir

Consumir productos va más allá de tener dinero y satisfacer nuestras necesidades...

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Consumir productos va más allá de tener dinero y satisfacer nuestras necesidades esenciales; en el ahora del consumidor va implícito acceder a un nivel social determinado donde prevalece la frase “cuánto tienes, tanto vales”, y esto nos hace alejarnos de una sustentabilidad ambiental y sobre todo de un consumo responsable. El ritmo de vida que llevamos nos ha orillado a consumir sin pensar en el aquí y en el ahora. Sólo comprar por comprar es la nueva faceta que muchos presentamos como consumidores. Cuando necesitamos tal o cual producto, casi siempre acudimos a los supermercados de renombre, muchas veces por sentir que esos centros de abasto tienen en existencia todo lo que necesitamos y más, aunque, la mayor parte de la veces, al salir nos damos cuenta de que llevamos mucho más de lo que fuimos a buscar, y de la cuenta ni se diga.

Comprar de manera responsable no significa sólo comprar lo mínimo necesario, es comprar productos que nos permitan satisfacer necesidades y no complicar nuestra existencia. ¿A qué me refiero? Aquí algunos detalles al respecto. Todo aquello que se compra y se consume tiene una relación directa con lo que se genera como basura, situación que cada día propiciamos con mayor frecuencia, como usted ya lo habrá notado. Para ejercer un consumo responsable podemos hacernos una serie de preguntas tales como: ¿Necesito lo que voy a comprar? ¿Quiero satisfacer un deseo? ¿Estoy eligiendo libremente o es una compra compulsiva? ¿Cuántos tengo ya? ¿Cuánto lo voy a usar? ¿Cuánto me va a durar? ¿Podría pedirlo prestado a un amigo o a un familiar? ¿Puedo pasar sin él? ¿Voy a poder mantenerlo/limpiarlo/ repararlo yo mismo? ¿Tengo ganas de hacerlo? ¿He buscado información para conseguir mejor calidad y menor precio? ¿Cómo me voy a deshacer de él una vez que haya terminado de usarlo? ¿Está hecho con materiales reciclables? ¿Las materias primas que se usaron son renovables? ¿Hay algo que yo posea que pueda reemplazarlo? ¿Me he informado de quién y cómo se ha realizado el producto? Cada uno de nosotros debe dar la respuesta teniendo en cuenta que, en la mayoría de los casos, un consumo responsable sólo implica realizar un cambio en nuestros hábitos de consumo que no conlleva comportamientos muy diferentes a los que ya tenemos, no produce inconvenientes considerables y no requiere esfuerzos específicos adicionales. Aquí les dejo esta reflexión para aprender a ser consumidores responsables.

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