Mérida, la 'muchacha idolatrada' de Manzanero

El cantautor asegura que los yucatecos son románticos 'gracias a la luna, al mar y a los cielos'.

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Manzanero confesó que ni él sabía que es el autor de 400 canciones, muchas traducidas en 21 idiomas. (Cortesía)
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Agencias
MÉRIDA, Yuc.- Armando Manzanero declaró su amor a esta ciudad en su aniversario 473, “a la muchacha que he amado, a la muchacha que he idolatrado y que seguiré amando cuando ya no esté, a esa muchacha que se llama Mérida”.

Invitado como orador huésped, el “señor amor” se declaró amante de esta ciudad que hoy también en reciprocidad le brindó un homenaje al mayor representante y embajador de la música yucateca, en un discurso improvisado en el que el romanticismo y la alegría se fusionaron bajo el calor de la tierra del Mayab.

Manzanero, quien se describió a sí mismo como un sagitario terco, reveló ante decenas de personas reunidas en el Centro Cultural Olimpo, el secreto que tienen los yucatecos para hacer de la música un arte: “porque nacimos junto al mar; por nuestros cielos y por nuestras lunas llenas que son grandes, gordas y embarazadas”.

Manzanero rechazó ser “orador oficial porque esa palabra me queda grande, porque un orador hace arte con la palabra y maravilla con el manejo del lenguaje, yo suelo meter la pata de vez en cuando”.

Dato corregido

Luego de la lectura de su semblanza, vestido con un traje sastre en hueso y camisa que parece convertirse en verde jade, se burla de la narrativa, de las frases que lo señalan como autor de 400 canciones, muchas de ellas traducidas a 21 idiomas y cuyo piano acompañó a los más célebres cantantes de México.

Por lo que dijo: “Yo mismo no sabía tantas cosas sobre mí, es bueno de vez en cuando saberlo”.

Así en este mismo juego de interacción, con micrófono en mano volteando por ratos al público y otras veces al cabildo, Manzanero corrigió un dato.

“No sé porque razón, habrá habido alguna razón, yo nací el 7 de diciembre, pero mi padre me presentó el 7 de febrero, así que en realidad yo tengo 80 años, soy sagitario y como buen sagitario soy terco, aventurero e insistente, además, soy maya y como ustedes verán, esté físico así lo confirma”.

De nuevo, lúcido en sus palabras y dueño del escenario, el cantautor jugó con el público: “También llevo sangre europea, pues con Francisco de Montejo llegaron muchos franciscanos a impartir la religión católica y mis antepasados de Seyé y de Ticul se los comieron, así que como ustedes verán, sí llevo sangre española”.

Manzanero recordó a su padre Santiago Manzanero, al trovador, al compositor de muchas canciones que se encuentran en el olvido y que hoy prometió sacar pronto de este olvido, pero también a la madre, aquella mujer jaranera que iba de fiesta en fiesta ganándose la vida.

Somos románticos

Sin embargo, también existen momentos de añoranzas y de reclamos de aquellos tiempos de cafés que se han ido y que eran sitios de diálogo, del cine Cantarell, donde su primera función a las cuatro de la tarde era un remanso para la siesta por ser el único que tenía aire acondicionado.

Así, Manzanero retomó los momentos de anécdotas y de bromas y recordó cómo su padre “cuando vio que en verdad iba a ser músico me vendió el piano, pero como terco que soy, fui a la Calle Ancha del Bazar donde me compré mi acordeón y con este compuse mi primera canción”.

Manzanero insistió, “somos románticos gracias a la luna, al mar y a los cielos de Yucatán, pero también hace una última acotación, nos buscan no sólo porque somos románticos, sino porque también tenemos muy buena gastronomía.

“Tuvimos una tierra, tenemos una tierra, los yucatecos tendremos una tierra que no se quedó en obra negra”, puntualizó.

(Información de Notimex)

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