Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Este hombre escogió la ingeniería como profesión, la cual le dio la oportunidad de distinguirse en el ramo de la construcción, pero más allá de esto, como ser humano al utilizar su carrera como promotor de la responsabilidad social encontró su pasión: generar el cambio social de la población rural de Yucatán.

Armando Palma Peniche, presidente del Consejo de Grupo Promotora Residencial, refiere que doce años después de concluir sus estudios, un día en una residencia de su propiedad, en un baño de piscina le “cayó el veinte” de la situación de los campesinos de Yucatán. Entonces emprendió un proyecto que se transformó.

Este camino lo inició hace 36 años como Adopte un pueblo, luego se transformó en Desarrolle un pueblo, hasta convertirse en la Fundación Educar para Producir, cuya visión es contribuir al incremento de la calidad de vida de la población de los municipios de Cuzamá y Homún con acciones productivas, educativas y de salud.

También apoya a las mujeres campesinas de la entidad para que sean autónomas, productivas, sostenibles, integradoras de la familia y vivan libres de violencia.

Por ejemplo, hace doce años emprendió la producción de chile habanero y ya trabaja con dos mil 100 chileros, construyeron una planta y ya tienen presencia en Japón, Corea y Estados Unidos.

Entrarán a Italia y Singapur por ahora con distribuidores pequeños, y luchan con el Gobierno y el Parque Científico para que el campesino produzca chile inocuo con las normas que se establecen en el mundo para tener mayor mercado.

¿Qué función tiene Educar para Producir?

Somos un grupo de personas que trabaja en los municipios de Cuzamá y Homún, utilizan las herramientas de la investigación y acción participativa, convencidos de que el empoderamiento social promueve ciudadanos democráticos y comprometidos con su desarrollo. 

¿Por qué trabajar con los campesinos?

Mi pasión es el campesino, hacerlo productivo, que no tenga hambre, si come bien será más fuerte, con menos enfermedades, menos suicidios.

Es fácil decirlo pero hace más de 30 años que trabajamos en eso. El Gobierno no puede solo, hay que entrarle también a resolver las cosas, me va a costar recursos, esfuerzo, tiempo, pero será una sociedad mejor en donde las personas no se dediquen a vender droga, a matar, a vender a las niñas.

¿Cómo es su acercamiento con los campesinos?

Fui topógrafo de los 18 a los 28 años de edad, trabajé en el campo para la Junta de Electrificación, tuve una vida muy dura, estudiaba y trabajaba, me tenía que ir al campo de cuatro a seis de la mañana, cortaba brecha para llegar al lugar de trabajo, en la casa de paja, piso de tierra, un baño con un cubo de agua, comía un par de huevos con longaniza, con café y a dormir.

Me ponía unas botas durísimas hasta la rodilla para que no entre el colmillo de la serpiente, la primera vez cuando me las quité con todo y pellejo y un dolor espantoso.

Pero me adapté, fueron muchas experiencias  que me acercaron a los campesinos, a su forma de vida, a conocer sus necesidades, su forma de sobrevivir y por eso me obsesiona, en buscar su progreso con hechos y no con palabras.

¿Qué lo mantiene con esa pasión para promover este proyecto a la par de su empresa?

Son muchas cosas, recuerdo un día cuando un amigo me dijo: en Yucatán se vive maravillosamente bien, volteo y le digo al oído ¿cuántos?

La gente está desesperada porque no la saquen de su casa, por comer, entonces hay que ver la forma de hacer hombres y mujeres productivos.

En otra ocasión una señora me dijo algo absurdo, que estaba acostumbrada a que mueran sus hijos, yo perdí un hijo de 23 años y le dije nada por respeto, pero pensé cómo una madre no podía sentir dolor de la muerte de un hijo, los niños se morían y esto no podía seguir así.

¿Qué retos vienen para la Fundación?

Actualmente enlazamos al Parque Científico con los campesinos y a través de ellos con sus poblaciones.

Es mezclar Gobierno, empresa y ciencia, cuando juntas los tres se observan los resultados, pero en México no queremos ni sabemos vincular la ciencia para generar riqueza y combatir la pobreza, cualquier empresa en el país sin la ciencia no subsiste. 

En el Parque Científico, a través de un extensionismo que maneja el mismo científico, la investigación que hay desde hace años de la tierra, sol y agua, generas una riqueza increíble y hacia ahí vamos a aplicar la ciencia a la tierra.

Por ejemplo, los estudios del ramón ahí están, es mejor que el sorgo, que el maíz, que la soya pero no hacemos nada porque no existe una vinculación y luchamos ya desde hace dos años por esto. 

Perfil

• Nació el 8 de enero de 1940. 

Datos

• Educar para Producir es un organismo privado sin fines de lucro, constituido legalmente en Mérida el 10 de septiembre de 2010.
• Los presidentes de esta organización son Armando Palma Peniche y su hija Malena Palma Vargas.
• Tiene el objeto social de beneficiar a personas, sectores y regiones de escasos recursos, al realizar actividades para lograr el desarrollo de las comunidades indígenas.
• También el apoyo a grupos vulnerables por edad, sexo o problemas de discapacidad a través de programas en educación, salud, desarrollo humano y desarrollo social.
• Trabajan en proyectos avícolas, cunícolas, apícolas, agrícolas solares y de transformación (producción de chile y salsas de chile).

Cargos y reconocimientos

• Presidente del Colegio de Ingenieros de Yucatán.
• Presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (delegación Yucatán). 
• Presidente de la Asociación de Industriales de la Vivienda.
• Premio estatal de Ingeniería.
• Ciudadano Distinguido.