Arquidiócesis de Yucatán cuenta con nuevo diácono permanente

Elías Samuel Cortés Barrosa profesó sus votos en una solemne ceremonia efectuada en la Santa Iglesia Catedral.

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El nuevo diácono profesó su voto de obediencia. (Juan Albornoz/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Elías Samuel Cortés Barrosa, de 58 años, recibió el sacramento del orden, en el grado de diaconado permanente, de manos del Arzobispo de Yucatán, Emilio Carlos Belie Belauzarán, en una ceremonia efectuada en la Santa Iglesia Catedral.

En la misma ceremonia recibieron el ministerio del lectorado Jorge  Coronado Herrera, José Prado Aguilar, Edwin de Jesús Trejo Escaroz,  Alberto Buendil Gómez y Eduardo Lavín Leal.

A este acto de fe, asistieron miembros de la Arquidiócesis de Yucatán y feligreses  que fueron testigos de esta solemne ceremonia, en la que Cortés Barrosa profesó sus votos de obediencia y fidelidad, asumiendo el encargo de vivir su ministerio bajo la guía del Espíritu Santo y de ser fiel transmisores de la palabra de Dios, en tanto los lectores hicieron los propio recibiendo la responsabilidad de trasmitir la palabra de Dios, para que sea más viva y eficaz en el corazón de los hombres.

“Toda vocación cristiana está asentada en Cristo que elige a sus servidores y los invita a unirse a él y compartir la misión de salvar al mundo… Nadie puede apropiarse tal misión como un deseo humano resultado de un simple esfuerzo o proceso es Cristo quien elige, invita, llama…La vocación del diaconado permanente es un diálogo profundo entre el Dios que llama y el hombre que responde en medio de su realidad”, expresó el Arzobispo.

Explicó que los dos servicios del diácono el servicio de la Palabra y de la Caridad,  para el primero se le entrega el libro de las Santas Escrituras con el compromiso de creer lo que lee, en enseñar lo que cree y vivir lo que enseña.  El segundo servicio lo realiza adherido incondicionalmente a Cristo para servir.

El rito de ordenación comenzó con la presentación del candidato a diácono, que frente al monseñor Belauzarán aceptó la promesa de obediencia al Arzobispo y sus sucesores, de igual manera los cinco aspirantes a lectores subieron al presbiterio frente al prelado quienes recibieron el Santo Evangelio.

Posteriormente tuvo lugar la oración litánica para el ordenado, en la que se pidió la intercesión de todos los santos para el candidato, por sus méritos en el seguimiento de Cristo. Elías Samuel se postró. Posteriormente ya de pie, el obispo impuso las manos en las manos para realizar la plegaria de ordenación y declararlo diácono permanente.

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