Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- En el país se tienen contabilizadas 89 lenguas étnicas, pero la náhuatl, maya y mixteca son las predominantes, de tal forma que Yucatán es hoy el segundo estado del país con mayor porcentaje de indígenas: el 27.4 por ciento del total de su población es maya hablante.

El Instituto de Estadística, Geografía e Informática dio a conocer un informe sobre la Permanencia de Nombres Indígenas en las Localidades de México, en el que destaca a Yucatán entre las entidades con más cantidad de hablantes de lenguas indígenas con relación a su población total.

Los estados con más habitantes parlantes de lenguas étnicas son: Oaxaca, 30.6 por ciento; Yucatán, 27.4 y Chiapas, 23.7, en tanto que las entidades con menor porcentaje son Aguascalientes, 0.2; Coahuila, 0.22 y Guanajuato 0.27.

En México se incrementa paulatinamente el número de personas de cinco años y más hablantes de las lenguas indígenas. De acuerdo a los datos del V Censo General de Población en 1930, en el país existían 2.3 millones de hablantes  mientras que en el Censo de 2010 se reportan 6.6 millones.

Sin embargo, advirtió el Inegi, aunque el número de hablantes de las lenguas indígenas creció, el porcentaje con respecto a la población total del país decreció notablemente: en 1930 era de 16 por ciento y en 2010 se cuenta con un 6.5.

Esta considerable disminución se debe a que el número de personas que sólo hablan español en el país aumenta en un mayor porcentaje, precisa la institución en su estudio.

El Inegi advierte también sobre la desaparición de las lenguas. En México se desconoce un número exacto sobre cuantas de ellas desaparecieron a la fecha, pero se estima que a partir de la Colonia esta cifra rebasó el número 100.

La principal causa de esta desaparición de lenguas es el hecho de que existe una marcada negación de los hablantes de las lenguas indígenas a utilizarlas debido a la discriminación que existe en el país, advirtió la institución.

En su desaparición también influye diversos aspectos como son el reducido número de hablantes, la dispersión geográfica, el contacto con una cultura agresiva o de acciones agresivas y el número relativamente menor de habitantes con respecto a los hablantes del idioma español.