Jorge Euán/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Al celebrar ayer su onomástico en compañía del Presbiterio, el Arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega, agradeció a Dios el regalo de la vida y pidió a los sacerdotes a unirse en oración por las vocaciones sacerdotales.

Durante la misa, la cual concelebró en el Seminario Menor “San Felipe de Jesús”, junto con el Arzobispo Emérito, Mons. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, el pastor de la Arquidiócesis invitó a sus hermanos sacerdotes a ver en los demás el rostro misericordioso de Dios y a poner la vida al servicio de los demás como parte fundamental del ministerio sacerdotal.

“Dios nos promete una vida larga y Jesucristo vino a confirmar con su sacrificio en la cruz que es posible la vida eterna, por eso les invito hermanos sacerdotes a poner toda su confianza en Dios y nuestro ministerio sacerdotal al servicio de los hermanos, sobre todo de los más desposeídos”, señaló.

Exhortó a los integrantes del Presbiterio yucateco a ver en los pobres el rostro de Dios y a servir y estar con aquellos que aman de corazón.

En esta celebración eucarística, el padre Juan Sánchez Hernández, de la diócesis de Nuevo Laredo, obsequió a la Arquidiócesis de Yucatán, una réplica de la imagen del Señor de Tlaxcala, la cual se encuentra en el municipio de Tlaxco, en la citada entidad.

Explicó que en la comunidad de Bustamante, de la mencionada diócesis se venera la sagrada imagen, ya que es un pueblo fundado por indígenas tlaxcaltecas, los cuales acompañaron a los evangelizadores al norte del país hasta donde llevaron esta devoción.

Por su parte, Mons. Rodríguez Vega encabezó la recepción solemne de la imagen, la cual se quedará en la capilla del Seminario Menor de la Arquidiócesis.

“Con esta imagen queremos unir el norte con el sur en una misma fe; significa la comunión de una Iglesia en salida y que seguramente nos hermanará por siempre, como una verdadera Iglesia, bajo la mira del Señor, que es el rostro de la Misericordia”, indicó el Arzobispo.

Luego de la celebración de la misa, los sacerdotes de la Arquidiócesis acompañaron a Mons. Rodríguez Vega en una comida que se ofreció por su cumpleaños en el comedor del Seminario Menor, donde dijo que a ocho meses de su llegada a Yucatán se siente bendecido por Dios y las experiencias espirituales que le ha dejado el trabajo pastoral con el pueblo maya y con las diferentes parroquias.