'Asalto armado' en pizzería de la colonia Bojórquez

Se informó que cuatro personas cometieron el atraco y maniataron a los empleados.

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Tras el presunto asalto cometido contra la pizzería 'Little Caesar’s', en la colonia Bojórquez, no hubo detenidos y una apoderada legal de la empresa apresuró a los policías para que se fueran del lugar. (Fotos: SIPSE)
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Adán Escamilla/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Un asalto con pistola se cometió en una sucursal de la pizzería “Little Caesar’s”, la que está en la avenida Jacinto Canek con Circuito Colonias, este lunes al mediodía.

A pesar de la gravedad del hecho, que incluyó el robo de al menos 35 mil pesos en efectivo, y que además dejó a cuatro empleados amarrados de manos y tirados en el piso, la representación legal de la pizzería prefirió omitir la acción de la Policía estatal, que ya había montado un fuerte operativo en las zonas aledañas al negocio.

Los hechos se reportaron alrededor de las 11 de la mañana en el cruce de las avenidas mencionadas, en la colonia Bojórquez. 

Varios vehículos de policías de la SSP llegaron, hubo una plática con el subgerente, un joven de 19 años, quien explicó que media hora antes dos sujetos delgados, de gorra negra, camisas a cuadros negros y jeans, entraron por la puerta de atrás que estaba abierta, y con acento foráneo ordenaron a los cuatro empleados irse a la cocina, en donde los maniataron y tiraron al piso. 

De inmediato, usando un revólver amenazaron al subgerente y le obligaron a entregar los 35 mil pesos que había en la caja, producto de las ventas, y luego huyeron.

Luego de liberar a sus compañeros, el joven subgerente llamó a sus patrones y luego a la Policía, y al llegar las unidades de seguridad realizaron un recorrido por el área pero no hallaron a los sospechosos. 

Iniciaron las indagatorias, se avisó a la Fiscalía General del Estado, y se presentó una mujer que dijo ser apoderada legal de la pizzería, quien luego de hablar con los empleados del negocio de comida se acercó a los policías y les dijo que se trataría el caso como algo “interno”, y les pidió que se retiraran. 

La justificación era que, al tener cerrada la sucursal por el presunto delito, estaban “perdiendo clientes”.

Los policía  tomaron nota de lo ocurrido y se retiraron.

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