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MÉRIDA, Yuc.- La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró cinco ejemplares de iguana verde (Iguana iguana), por carecer de la documentación correspondiente que avalara su legal procedencia.

Como resultado del fortalecimiento de las acciones conjuntas con las autoridades aeroportuarias y empresas filiales, se detectó en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de Mérida “Manuel Crescencio Rejón”, un contenedor que transportaba cinco ejemplares de iguana verde, proveniente de San Pedro Xalostoc, Estado de México, informan mediante un comunicado.

Al realizar la inspección correspondiente, personal de la Profepa en la entidad detectó que los reptiles presentaban evidente deshidratación y debilidad general. 

El responsable de los ejemplares presentó diversos documentos para "avalar la legal procedencia de las iguanas", pero se descubrió que no reunían los requisitos establecidos en el Reglamento de la Ley General de Vida Silvestre. 

Ante ello, funcionarios de la Delegación Federal de la Profepa en Yucatán levantaron el acta respectiva de inspección en materia de vida silvestre y aseguraron de manera precautoria las iguanas, las cuales fueron trasladadas a la Unidad de Fomento a la Conservación y Aprovechamiento Sustentable de la Vida Silvestre (UMA), en el “Parque Zoológico El Centenario”, ubicado en la Ciudad de Mérida, para su resguardo y protección.  

Protección especial

Según informa la Profepa, la Iguana verde (Iguana iguana) está protegida por la NOM-059-SEMARNAT-2010, bajo la categoría de riesgo “Protección Especial”, ya que podría llegar a encontrarse amenazada por diversos factores, incidiendo negativamente en su viabilidad biológica; por lo anterior, es prioritario propiciar su recuperación y conservación o la recuperación y conservación de poblaciones de especies asociadas.

Asimismo, la Profepa resaltó que el tráfico ilegal de vida silvestre trae consigo una alta tasa de mortalidad de ejemplares, ya que sólo el 10% de las especies que se trafican sobrevive al estrés, falta de comida y hacinamiento, a los cuales se ven sometidos al ser transportados hacia su destino. 

E indicó que con base en el artículo 122 de la Ley General de Vida Silvestre, se considera una infracción la posesión de  ejemplares de vida silvestre fuera de su hábitat natural, sin contar con los medios para demostrar su legal procedencia o en contravención a las disposiciones para su manejo establecidas por la Secretaría de Medio Ambiente y recursos Naturales (Semarnat), estableciendo una multa de 50 a 50 mil veces el salario mínimo vigente.