Asegura que tuvo dos encuentros con extraterrestres

Maricela Soto Ortega detalla lo que le pasó a finales de la década de los 70; en uno de los casos fue abducida.

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Doña Maricela Soto Ortega, quien asegura haber sido abducida por alienígenas, hizo dibujos en donde los describe. (SIPSE)
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Jorge Moreno/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- La señora Maricela Soto Ortega asegura haber sido raptada por seres de otro planeta en ¡dos ocasiones!

Cuenta que en los años 1968 y 1970 es cuando comienzan las abducciones y manifestaciones extraterrestres

“Desgraciadamente en esos tiempos era difícil hablar sobre estos temas ya que la gente que se atrevía a hacerlo era tachada de loca”, dijo.

Afirma que esto le ocurrió cuando vivía en una casa de la calle 68 entre 69 y 71, esquina del ADO, en los años antes mencionados. “Eran como las 4:00 de la tarde, me encontraba sentada en mi cama; mi esposo se encontraba en la cocina lavando los trastes, cuando vi que entró por mi ventana un rayo, una luz, y con la luz unos niños... 

“Digo que eran niños por sus rostros. Sus trajes eran plateados. Conforme se fueron acercando, hasta quedar como a medio metro de mí, estaban hablando, pero yo no entendía lo que decían. Sus labios no se movían al hablar, hablaban con la mente...  En ese momento le dije a mi esposo ‘Mira estos que vienen, son extraterrestres’, pero él me dijo ‘No es cierto, son ángeles, ponte a rezar’”.

Doña Maricela los describe como seres de ojos azules, sin cejas ni pestañas, de nariz pequeña, boca chica, y sin pelo.  Señaló que no sabía que hacer ante la presencia de las extrañas criaturas que se encontraban paradas en su sala, así que llamó a su perro, un pastor alemán, para que los correteara. 

Contrarrestan al perro 

Grande fue la sorpresa que se llevó al ver que su flamante perro no era suficiente para asustar a estas criaturas, ya que ellos, según la señora Soto, sacaron lo que aparentemente era una pistola, la apuntaron en dirección del animal e inmediatamente arrojó una luz verde y el can cayó al piso.

“Pensé que estaba muerto mi perro, empecé a llorar, mientras veía como esas extrañas criaturas, inspeccionaban los cuartos de la casa, y a mi marido quién sabe qué le hicieron porque se quedó como una estatua, como hipnotizado y después me dijo que él no recordaba nada...

“Llevé al animal con varios veterinarios, pero ninguno lo pudo curar. No se explicaban que era lo que le había sucedido al perro, ni tampoco por qué no sanaba. Lo vieron los MVZ Monsalvo y Sosa,  que son reconocidos médicos veterinarios, pero el resultado fue el mismo, me dijeron que había que sacrificar al animal porque estaba sufriendo demasiado. En ese tiempo fui a los medios pero nadie me hizo caso, todos pensaron que estaba loca”, comenta.  

El segundo encuentro

Tiempo después, la señora Soto tuvo un nuevo encuentro insólito con extraterrestres. Eran aproximadamente las 8:00 de noche, cuando salió a la terraza de su casa; quedó atónita al ver que unos seres de trajes plateados se le aproximaban; la tomaron de cada brazo y le dijeron “vamos, te vamos a llevar a dar un paseo”.

Comentó doña Maricela que no puede explicar exactamente qué pasó después de eso,  ya que aparentemente se quedó dormida. Lo que sí recuerda es que cuando despertó estaba en un lugar que parecía ser un parque, en medio del cual había una nave...

La nave estaba sostenida por tres “patas” y de pronto vio que se abrió la puerta, de ella salió una especie de escalerilla e inmediatamente escuchó que una voz le dijo “sube”, ella contestó que no quería subir, la respuesta que obtuvo fue que más le valía subir a la buena o la subían a la mala, al escuchar esto subió. Dice doña Maricela que estos seres no caminaban sino flotaban, pues sus pies no tocaban el piso.

Respecto al interior de la nave dijo que había unas silletas, luces, pantallas, controles, botones; dice que en una parte de la nave había lo que parecía ser una jaula, dentro de la cual había personas, según ella, de diferentes nacionalidades, que estaban gritando. 

De acuerdo con la contactada, el paseo constó de un vuelo sobre el mar, lugar en donde dejaron caer a los prisioneros. “De repente vi que el piso de la jaula se abrió, y cayeron al mar todas las personas que ahí se encontraban. Luego me llevaron a mi casa”. Según las declaraciones de la doña Maricela, su paseo duró aproximadamente un día.

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