Astrónomos yucatecos, pocos pero entre los mejores

Desde los antiguos mayas hasta el doctor Arcadio Poveda, el interés por el universo corre por las venas de la cultura yucateca.

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El yucateco Arcadio Poveda Ricalde es doctor en Astronomía por la Universidad de California en Berkeley. (Milenio Novedades)
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Jesús Mejía/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- En los últimos 100 años, e incluso desde la época prehispánica, Yucatán ha destacado en astronomía a nivel nacional e internacional debido a las aportaciones de sus investigadores en el estudio de los cuerpos celestes y cálculos de sus movimientos, así como por la vocación y la tradición por observar el cosmos heredado por los antiguos mayas.

Los nombres de Graciano y Antonio Ricalde, Joaquín Ancona Albertos, Arcadio Poveda, Luis Felipe Rodríguez, Eddie Salazar y Margarita Rosado, además de las asociaciones de estudiosos y aficionados, forman parte del legado y del interés de los yucatecos por escudriñar y ahondar sobre los misterios del Universo.

El acercamiento del cometa “Halley” a la Tierra entre 1909 y 1910 causó pánico en la población mexicana. 

Periódicos de la época propagaron todo tipo de notas alarmantes, como por ejemplo, que la humanidad moriría envenenada por los gases que esparciría la cola de ese viajero celeste. 

Yucateco despeja dudas

Un astrónomo yucateco Mauro Graciano Ricalde Gamboa (1873-1942) precisó que el 18 de mayo de 1910 el núcleo de dicho cometa se hallaba a 25 millones de kms de la Tierra y se desplazaba a 46 kms/segundo, por lo que descartó desastres y coadyuvó con investigadores de su época a despejar dudas y acallar rumores.

En su ensayo “El cometa Halley visto por un estudioso yucateco de principios del siglo XX”, el astrónomo Marco Arturo Moreno Corral, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que a principios de esa centuria existió en Mérida, Yucatán, una comunidad de personas interesadas en la observación de los fenómenos celestes.

El investigador citó a Antonio Ricalde Gamboa, hermano Mauro Graciano; Consuelo Zavala, Carmen Heredia, Ana María Peón Baqueiro, Isolina Pérez y Castillo, María Cárdenas e Inés Ávila, además de Luis Marín Carrillo, de Progreso, todos miembros activos de la Sociedad Astronómica de México en 1911.

Ancona Albertos (1893-1971) fue un distinguido cosmógrafo meridano, rector de la Universidad de Yucatán, colaborador del observatorio de Tonantzintla y miembro de la Sociedad Astronómica de México.

Astrónomos de primera

Dos astrónomos yucatecos forman hoy parte del máximo organismo académico, el Colegio Nacional: Luis Felipe Rodríguez Jorge y Arcadio Poveda Ricalde, quien es doctor en Astronomía por la Universidad  de California en Berkeley, Premio Nacional de Ciencias 1975 y quien fue director del Observatorio Astronómico Nacional de 1968 a 1980.

“En Yucatán hay una enorme tradición en la astronomía”, dijo la investigadora Margarita Rosado Solís. 

“Somos pocos los astrónomos mexicanos, unos 150, aproximadamente, pero les puedo asegurar que estamos entre los mejores”, afirmó. 

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