Ojalá y Vila se ponga las pilas (1)

Entre los innumerables problemas que enfrenta la nueva administración está el de la tala indiscriminada.

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En Mérida, pese a que se subió la tarifa a 7 pesos, hay muchos camiones que dan pésimo servicio, y que en época de lluvias se inundan y en las de calor se convierten en hornos. (SIPSE)
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Sergio Grosjean/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Existe en Mérida una “bola de problemas” que hasta ahora parecen no tener solución, pues no ha habido verdadera voluntad para enmendarlos. A pesar que esta administración municipal corrigió algunos problemas heredados del desastroso gobierno que le precedió (o sea, Angie Araujo), por Chana o por Juana  la ciudad continúa como el cangrejo, es decir: para atrás. 

Por desgracia, los alcaldes nunca logran conformar un verdadero equipo que posea gentes pensantes y comprometidas; aunque posiblemente, pensándolo bien, a lo mejor el que está mal soy yo, y los que tienen cerebro son ellos, pues entran a hacer negocios y con ello solucionan su economía el resto de su vida y en sólo tres años. 

“Piensa mal y acertarás”, reza el viejo proverbio y allá están las compañías que extienden sus tentáculos cometiendo todo tipo de atropellos como el ocurrido en la Prolongación del Paseo de Montejo donde la concesionaria Chrysler taló dos enormes y bellos árboles de la misma forma que lo hicieron los de las Farmacias del Ahorro hace unos meses en la sucursal ubicada en la glorieta de la Avenida del Líbano y conocida por muchos como “La Fuente de Pepe Mena”. 

El Seven Eleven no es ajeno a esta práctica, pues demolió el emblemático pocito, ubicado frente al Cohete en Circuito Colonias de la manera más estúpida del mundo. O la gasolinera de la colonia México, instalada en la calle 21 de Megasur que se pasó por el arco del triunfo todo reglamento. Y ahora nos enteramos que la veterana cantina “La Sombrita” está en plena demolición porque allá se construirá un Oxxo, quienes más que tienda parecen expertos en demoliciones. ¡Qué Bárbarooo!

Nuevo libro

Y hablando de cantinas, le agradecemos a todo el personal de El Cardenal, el habernos atendido de maravilla el viernes que asistimos como parte de nuestra gira cantinesca semanal; independientemente que el sitio quedó muy agradable luego de su  remodelación, rescatando con ello una parte de nuestra historia. Pero antes de pasar al tema en cuestión, la fecha de la presentación de mi nuevo libro “Anécdotas de las cantinas de Mérida” será el 15 de septiembre, así que si quiere anunciar su cantina, abrevadero o tortillería en este simpático libro que tendrá un tiraje de 2 mil ejemplares y estará también disponible en internet, no dude en  escribirme a la brevedad ya que entrará a la imprenta el 31 del presente mes.  Recuerde que la publicidad en esta obra no es efímera, y se quedará para siempre a diferencia de otros medios. 

Entrados en el tema, amablemente nos escribió Manuel Rodríguez para comentarnos acerca de uno de esos problemas que parecen no tener solución, aunque el alcalde electo Mauricio Vila se comprometió a enmendarlo y ya veremos qué sucede, pero mientras son peras o son manzanas aterricemos el punto: el transporte público.

La compañía Minis 2000 posee minibuses que cobran 7 pesos porque cuentan con aire acondicionado, pero la realidad es opuesta, ya que resulta un verdadero infierno viajar en ellos ya que el clima no trabaja en muchas de sus unidades, y ahora que estamos en temporada de lluvias la situación se complica, pues en caso de salpicarte un chubasco estando a bordo saldrás más mojado que un pich en el árbol ya que el techo parece coladera. 

Sin boletos para niños

Otra anomalía que nos narra es que, en cierta ocasión, observó a una familia que abordó el camión y el chofer le dijo a la madre que no tenía boletos para niños, así que en caso de subir los menores tendrían que pagar pasaje de adulto por cuestiones del famoso sensor-contador, por lo que la señora le dijo que no era justo pero el chofer sólo se limitó a decir que no era su culpa ya que sólo le daban 30 boletos de niños. Y el problema no sólo es de esta empresa ya que, por ejemplo, existen otras líneas que ofrecen servicio a rutas como Cardenales, Madero, Magisterio, Procuraduría o Juan Pablo II, con unidades que están en tan pésimo estado que incluso muchas ni siquiera poseen ventanas. 

Y con lógica nos pregunta Manuel, ¿dónde diablos están los flamantes inspectores de transporte que son los encargados de supervisar este servicio y señalar las anomalías? ¿Acaso están ciegos y sordos para no percatarse o son corruptos? Y como somos imparciales les daremos el beneficio de la duda, aunque a simple vista si vemos a un animalito que es amarillo, tiene pico, plumas y dice pío pío  pensaremos que es un pollito. 

Decía mi mamá: ¡Cuando no sepas, pregúntale a quien sabe! Y por eso recurrimos a nuestro amigo, el Ing. René Flores Ayora, eterno buscador de soluciones para el grave problema vial que vivimos en nuestra desenfrenada ciudad, quien nos ayudó a entender un poco mejor este grave problema que atajaremos el próximo lunes. Así que abróchense los cinturones. 

Mi correo es [email protected] y twitter: @sergiogrosjean

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