Óscar Pérez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Aunque no es nada nuevo, la llegada de balseros cubanos a Yucatán siempre es noticia que genera gran interés entre los medios de comunicación.

No es la excepción el caso de los 17 antillanos que llegaron a Progreso tras ser rescatados entre las costas de Yucatán y Quintana Roo, dos de los cuales murieron, uno en alta mar y otros poco después en el hospital naval de Yucalpetén.

Hasta ahora lo que se tiene sobre las impresiones de los cubanos acerca de su viaje es por declaraciones de terceras personas, principalmente las autoridades de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) y fuentes del Instituto Nacional de Migración (INM), así como del presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), Jorge Victoria Maldonado.

Más escasas han sido las imágenes de los balseros, pues las únicas que se tienen son las que difundió la Semar. En el Instituto Nacional de Migración es total la restricción para ver a los antillanos, que actualmente esperan en la estación migratoria de Mérida su traslado a la Ciudad de México para su posterior deportación.

Estas medidas sólo han propiciado que los medios de comunicación se las ingenien para obtener alguna imagen de los balseros en la estación migratoria, ubicada en la parte posterior del INM.

Malabarismos reporteriles

Representantes de la prensa han escalado bardas o árboles por captar alguna foto de los balseros, y esto provocó que se estacione de manera permanente una patrulla antimotines de la SSP en la calle lateral del INM, ubicado en la avenida Colón de la colonia García Ginerés de Mérida, para evitar que se sigan dando esos actos de malabarismo.

El pasado primero de septiembre los balseros fueron hallados entre las costas de Yucatán y Quintana Roo. Unos pescadores que los vieron navegando a la deriva avisaron a las autoridades para que los rescataran y trasladaran a Yucatán.

En total eran 17 antillanos los que estaban en la frágil embarcación, pero uno de ellos murió en el viaje y otro falleció en el hospital naval de Progreso.

Posteriormente se supo que fueron 25 los que zarparon del puerto de Manzanillo de Cuba, pero al fallar el motor de la embarcación ocho se arrepintieron y se lanzaron al mar tratando de regresar a la costa nadando con apoyo de unos neumáticos.