¡Basta Ya!, piden los laicos católicos de la violencia en el país

“Nos duele la desaparición de jóvenes normalistas en Iguala y nos comprometemos a ser constructores de la paz”, señala la organización.

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Imagen del Episcopado Mexicano quien se pronunció en contra de la violencia en el país en días pasados. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Miembros del Consejo Nacional de Laicos, que representa a millones de personas en México y preside el yucateco Jorge Carlos Estrada Avilés, expresaron que se conduelen por los actos de violencia  que golpean al país. 

Lo anterior se dio a conocer en el marco de la XXII Asamblea Nacional de ese organismo, que se realizó en Xalapa, Veracruz, donde participaron representantes de todo el territorio mexicano.

“Nos duele la desaparición de los jóvenes normalistas en Iguala. También nos hiere la muerte de otros jóvenes, adultos, migrantes e incluso de niños, cuyos cuerpos son olvidados en fosas clandestinas”, apuntaron Estrada Avilés, presidente de la mesa directiva y los secretarios Antonio Negrete Ortiz y Esthela Ramos de Negrete, en un mensaje conjunto difundido por la Arquidiócesis de Yucatán. 

Tras un análisis de la situación en México y aceptando que sólo con la solidaridad de todos se puede lograr un cambio, se comprometieron a difundir y asumir el pronunciamiento “¡¡Basta Ya!!” del Episcopado Mexicano; trabajar por el desarrollo social integral contribuyendo a acortar la brecha entre los que tienen mucho y los que casi no tienen nada.

Dentro de sus acciones también añadieron, hacer conciencia de que la solución a la violencia no está en dejar el problema sólo en manos de la clase política, de los gobernantes y de las fuerzas armadas y policías,  pues consideran que la solución pasa por el quehacer de todos, desde los distintos campos de acción ciudadana y profesional, pero también desde las acciones pastorales de la Iglesia en México.

“No comprometemos a ser constructores de paz, comenzando por nuestro interior y familia, movimiento y diócesis, comunidad y ambiente vital, a fin de sumar esfuerzos que, aunque pequeños, expresan la fuerza transformadora del Evangelio. Practicar el encuentro, el diálogo, la búsqueda conjunta de soluciones, la justicia, pero también la misericordia y el perdón cuando sea necesario”, indicaron.

Esperanza
  • La agrupación de laicos subrayó la importancia de mantener activa la esperanza, al proclamar en la Misión Permanente, que en Jesús Resucitado el mal no tiene la última palabra.
  • Invita a dar testimonio, a introducir el bien en nuestra vida y construir el bien común para realizar la “civilización del amor”, con humildad y decisión.

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