Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Poco más de tres mil 500 alumnos de escuelas secundarias hasta la universidad han probado, al menos durante tres días, la experiencia de ser padres a temprana edad. Los resultados, sobre todo en los más jóvenes, luego de cuidar “al bebé” por unos días, arrojan que prefieren esperar para no enfrentar esa responsabilidad tan pronto.

Alejandra Flores Soto, responsable del área de formación juvenil del Instituto Municipal de la Juventud del Ayuntamiento de Mérida, explicó que a través del programa “Responsabilidad sexual y prevención de embarazos juveniles” evalúan los cuidados a los “bebés electrónicos”, verifican los que reciben, así como los descuidos que “los padres” cometen, “todo se registra”.

En entrevista, indicó que es tal la demanda de este programa, que hay una lista de espera hasta junio, con el cierre del ciclo escolar, todo se maneja con tiempo. Según sus registros, entre los jóvenes que han participado en esta experiencia no se han registrado embarazos, lo cual significa que tienen mayor conciencia de la responsabilidad que implica ser padres.

Comenzaron con este programa en 2012 y a la fecha han participado unas 55 escuelas públicas y privadas, en número similar, porque se trata de información y orientación especializada que se imparte a los jóvenes, previa solicitud de los profesores y autoridades de cada plantel.

El apoyo consiste en ofrecer pláticas de sensibilización a los jóvenes sobre diversos temas, desde el noviazgo, autoestima, sexualidad, métodos anticonceptivos, infecciones de transmisión sexual, y todas las consecuencias cuando una persona no tiene una sexualidad responsable.

“Cerramos con paternidad y responsabilidad sexual; lo importante es el complemento de los muñecos o bebés electrónicos, que es la parte dinámica o más atractiva para los jóvenes, quienes reciben un curso adicional para saber cómo registrar la atención que el ‘bebé’ recién nacido o de unos meses de edad necesita”, explicó Flores Soto.

Registra hasta maltrato

Cada uno de los muñecos electrónicos es programado a través de una computadora en la que se registran las claves de ID (de identificación) de los brazaletes que debe portar cada “padre”, los nombres de éstos, de sus maestros y la escuela, para llevar un control correcto del registro de datos que emitirá el bebé electrónico al finalizar su estancia.

Indicó que el proceso de aplicación de ID cada vez que el “bebé” llora es fundamental para registrar la atención que recibe, que puede ser desde un cambio de pañal y alimentación, hasta el cuidado de arrullarlo y ayudarlo a eructar, y eso permite evaluar la atención que reciben. 

En este punto, precisó que si el menor ignora al bebé o se le cae y esto ocasiona que la computadora deje de funcionar, toda esa información se registra y se considera maltrato infantil, pues es una simulación de una situación real que tuvieran que enfrentar en un embarazo a temprana edad.