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MÉRIDA, Yuc.- Al terminar la temporada vacacional de Semana Santa los conductores de calesas registran caídas en la prestación de sus servicios de hasta un 60 por ciento, lo cual se agrava por las altas temperaturas, que a su vez les obliga a cambiar de animales para cubrir sus jornadas de ocho horas, pese a que hay días que no registran un solo viaje.

Rómulo Medina, quien se dedica desde hace más de 10 años a trabajar en los “coches de caballo”, como se les conoce en Mérida, precisó que el calor y la culminación de la temporada vacacional ha ocasionado una caída en los ingresos de las más de 60 calesas que operan en el primer cuadro de la ciudad, pues los yucatecos rara vez hacen uso de estos servicios, que son una atracción para los turistas.

Explicó que aunque brindan servicio todo el día distribuyéndose en los tres turnos, empiezan a trabajar desde las 08:00 horas hasta la media noche.

La mayoría sale a trabajar turnos de siete u ocho horas pero con bajos resultados, pues desde hace una semana los servicios se han reducido considerablemente, tanto que apenas les da para comer y en ocasiones se van sin un sólo viaje durante el día.