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MÉRIDA, Yucatán.- Dulce María, de 28 años de edad y madre soltera, cambió la palangana y el cuchillo para pelar frutas por las tijeras y el peine: pasó de vendedora ambulante a propietaria de su propio negocio establecido: una estética.

Ella es una de los más de 100 exvendedores ambulantes que han cambiado o están en proceso de reorientar sus actividades económicas hacia el comercio formal, mediante el programa “Mi primer inventario”, que desarrolla el Ayuntamiento de Mérida en coordinación con la Canaco Mérida Servytur.

Ese programa, según dijo Montalvo Briceño, no sólo cambió su actividad económica sino también dio un giro de 180 grados en su vida familiar ya que, de pasar hasta diez horas fuera del hogar y dejando a su hijo al cuidado de sus familiares, ahora puede estar al pendiente y dedicarle más tiempo.

También pasó a la formalidad, ya que está registrada ante la Secretaría de Hacienda.

Ya no pierde tiempo en traslados en camión hasta la plaza ni soporta las inclemencias del tiempo que restringían sus ventas. En su hogar, ubicado en la calle 57 entre 18 y 20 del Fracc. Juan Pablo II, instaló su estética donde desde hace un mes presta sus servicios. 

Fue una de las primeras en recibir un crédito por 19 mil pesos, sin intereses, que le otorgó el Ayuntamiento. Ella se instalaba en la calle 58 entre 63 y 65, dentro de las nueve manzanas del centro que quedaron limpias de ambulantes mediante el programa municipal. 

La beneficiada utilizó el dinero para comprar sus herramientas de trabajo y mobiliario.