Un pelotazo dañó su cerebro, pero no sus sueños

Un pelotazo lo dejó en silla de ruedas y sin poder hablar, pero no cortó sus aspiraciones de ser alguien en la vida.

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Wendy Martínez, amiga del joven desde la secundaria, lo acompañó a la expo a Carlos Antonio Canché. (Luis Pérez/SIPSE)
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Iván Duarte/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Quién pensaría que una pelota de beisbol puede cambiarle la vida a una persona, ése es el caso de Carlos Antonio Rosado Canché, quien a los 10 años recibió un impacto en la cabeza que le ocasionó un aneurisma que lo dejó en silla ruedas y sin poder hablar.

Hoy día, con 21 años, el joven es un claro ejemplo de lo que con voluntad se puede realizar.

Así es, Carlos Antonio está por cursar una carrera universitaria, ya que su discapacidad nunca ha sido impedimento para salir adelante.

Aunque no puede hablar, Antonio sonríe todo el tiempo, y ayer, en el primer día de la la Feria Expouniversitaria, obtuvo el anhelado objetivo.

El joven aspira a estudiar la carrera de Literatura y lenguas extranjeras, y una escuela privada que participa en la expo ofreció adaptar sus instalaciones para que el joven pueda alcanzar su sueño.

Cuando escucha hablar a su mamá de toda la dedicación que constata en su hijo, Carlos se emociona y sonríe

“Una pelota de beisbol le generó un aneurisma, un golpe en la cabeza que le dejó en ese estado, pero esto no ha sido un obstáculo para salir adelante”, dijo doña Claudia, madre del joven y quien se encarga de llevarlos de un lado a otro.

“Antonio siempre fue muy aplicado desde que era niño, antes del lamentable accidente, pero esa dedicación al estudio no lo ha perdido, ya que está dedicado y concentrado a alcanzar su sueño”, reveló su madre.

“Creo que el alcanzar los sueños de los hijos, aunque sea en condiciones de discapacidad, es posible”, apuntó.

“Quiero decirle a las madres de familia que no cierren los ojos al problema, déjenlos ser, ayúdenlos a cumplir sus sueños, no importa qué tan caro o difícil parezca, ya que eso es un aliciente para ellos y, sobre todo, porque se trata de sus hijos. A los papás nos corresponde estar detrás de ellos, detrás de esa silla de ruedas, empujándola”, mencionó Claudia.

La señora estuvo acompañada de la joven Wendy Martínez, quien conoció al joven en la secundaria y a quien consideran como hermana de Antonio, por la fuerte amistas que los une

Carlos empezará en agosto la carrera universitaria que soñó y cuando escucha hablar a su mamá de toda la dedicación que constata en su hijo, se emociona y sonríe.

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