Joel González/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Aunque la mayoría de sus clientes son personas que empeñan alguna prenda de oro o artículo electrónico para “salvar” una necesidad financiera del gasto familiar, las casas de empeño también se han convertido en alternativas financieras para pequeños empresarios.

Los gerentes de algunas sucursales de casas de empeño de prestigio que operan en la ciudad saben que cuando algún empresario requiere liquidez, para el pago de alguna obra, la nómina o un imprevisto financiero recurren a ellos y envían alguna prenda a empeñar por cantidades de entre 20 mil a 50 mil pesos, para solventar esa situación y en cuanto se estabiliza recupera el objeto.

Esta práctica que es mucho más ágil, en tiempo y costo que obtener un financiamiento bancario, es parte del giro que ha dado el concepto de empeño, y que ha implicado que los establecimientos, con el tiempo renueven su imagen y modo de operación, para satisfacer las demandas de los  usuarios.

Un concepto claro tienen las casas que operan reguladas por la ley, es que su finalidad no es quedarse con los bienes dejados en prenda; sino como una alternativa importante de financiamiento.

En un recorrido por las tiendas de remate más importantes en la ciudad para conocer cuáles son los objetos empeñados que más a menudo pierden los yucatecos, se observaron teléfonos celulares y artículos de cómputo, como tabletas y computadoras personales.

En el giro específico de las alhajas, los anillos de matrimonio y de compromiso son los más abundantes; aunque no siempre son exhibidos, llegan con frecuencia a resguardar relojes de marcas prestigiadas y exclusiva joyería.

Siendo estos establecimientos populares financieras rápidas sin grandes trámites incluso para empresas y con interés muy bajo,  su tiendas tienen pros y contras para los consumidores, dados los precios que establecen para la recuperación de su inversión y el movimiento de ventas de segunda mano.