Agencias
MÉRIDA, Yuc.- El deseo de Carlos -un joven con discapacidad intelectual- de superación y poder contribuir al sostenimiento familiar, lo ha llevado a buscar la evaluación de sus aptitudes para el trabajo y ser parte de la cuarta generación del Centro de Capacitación Laboral Dirigida.

Una alianza del Centro de Rehabilitación y Educación Especial del DIF Yucatán y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social permitió la creación del Centro de Evaluación de Aptitudes para el Trabajo, el primero de su tipo en el sureste para personas con discapacidad.

El director del centro, Alejandro Ojeda Manzano, indicó que desde hace dos años se puso en operación esa instancia evaluadora, la cual cuenta con 14 opciones que se aplican de acuerdo con la discapacidad y la vocación laboral del solicitante.

La idea del esquema de trabajo, expuso, “es que ayudemos a que se presente una mayor apertura de las empresas al tema de la inclusión laboral y que vean que las personas con una discapacidad son también competitivas”.

Los estudios que se desarrollan en este centro evaluador son similares a los que se aplican a nivel internacional en materia de competencia laboral “y lo único que hacemos es regionalizar su manejo, de acuerdo a las características propias de nuestro entorno”.

Esos estudios, abundó, generalmente están asociados al ámbito de la coordinación, memoria, fuerza y destreza, y se complementan con estudios médicos, psicológicos, de funcionalidad y de trabajo social, por lo que en conjunto el proceso de evaluación conjunto es de cuatro días.

Ojeda Manzo refirió que muchas de esas personas están en busca de un empleo en tiendas de conveniencia o supermercado, pero también como personal administrativo y en una amplia gama de empleos, donde el principal obstáculo es la falta de una cultura de la inclusión.

Asimismo, con el apoyo de una cadena de tiendas de conveniencias, opera el Centro de Capacitación Laboral Dirigido, segundo de su tipo a nivel nacional y donde las personas -con algún tipo de discapacidad- son formadas para realizar actividades comerciales.

Entrenamiento simulado

En un lapso de cuatro a cinco semanas, los trabajadores reciben entrenamiento simulado en el manejo de una tienda de conveniencia, en específico en temas como inventarios, trato y apoyo al cliente.

Reportó que en el primer año de operación del centro, han egresado 25 personas, 95 por ciento de las cuales trabajan en el área comercial en diversas empresas, que incluye grandes cadenas de supermercados.

Se trata, dijo, de personas con cualquier tipo de discapacidad, de leve a moderada, incluso de tipo visual, aunque en el caso de ésta, deberá ser parcial.

Ojeda Manzano recordó que una de las fases fundamentales de la tarea de capacitación es el trabajo con las familias, durante la primera semana, ya que la familia puede convertirse en un principal freno para su desarrollo.

“La familia tiende a sobreprotegerlos y ser un obstáculo para la propia inclusión de la personas con discapacidad, lo que se agudiza cuando han sufrido de bullying, por ello es necesario que por sí mismos descubran sus capacidades”, dijo.