Nada para nadie en la última de la temporada en la Plaza Mérida

Arturo Macías, Joselito Adame y Luis David Adame se van sin premios del Coso de Reforma.

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La Plaza de Toros Mérida registra tres cuartos de asistencia. (D. Sandoval/ Milenio Novedades)
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DAHEMONT/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- En resumen, la tarde del cerrojazo de la temporada 2016/017, pasó sin pena ni gloria, al fallar los tres coletas del cartel: Arturo Macías, Joselito Adame y Luis David Adame, trajeron al santo de espaldas, pues aunque tuvieron enfrente a verdaderas bestias de la prestigiada ganadería de Don Fernando de la Mora. Éstas, no redondearon las faenas y solo Joselito consiguió una vuelta al redondel con devolución de prendas y saludo en los medios, a riñonuda tanda que ofreció con el segundo de la tarde…

Cejas

El primer espada, Arturo Macías, se enfrentó primero con “Trompudexu”, marcado con el número 77 y de 490 kilogramos sobre los lomos. El animal, un cárdeno paliabierto alrecibe con gaoneras para cerrar el tanteo de capote con vistosa rebolera. El piquero José Prado le aguanta la vara, para sacarlo de la reunión y dejárselo a los banderilleros. Disparejo el segundo tercio, incluso con un achuchón del bicho a uno de los asistentes que resbalo en reversa, con fortuna solo el susto.

Ya con la pañosa en la diestra, Arturo le brinda su faena a la Sra. Karla Cáceres Viuda del recién fallecido Manolo Espinosa; Cejas receta tanda de derechazos hasta en tres ocasiones, tratando de meter en cintura al ganado, cosa que casi logra con más voluntad que arte. Ya con el acero, el Cejas pasa las de Caín para despacharlo al más allá, incluso escucha un aviso desde el biombo de la autoridad, para que sudando el traje color Malva y Oro, aplique feo bajonazo, que hizo doblar al de nombre raro. Nada.

Su segundo enemigo, corrido en cuarto sitio, al bichejo se le nombró “Don Cris”, otro cárdeno capacho al que no se le vio ningún peligro en los pitones empero si volteo al piquero por la fuerza que le entró al equino desde los cuartos traseros. Sacando de su repertorio unas “Arruzinas antiguas”, Arturo quiso hacer cosas de valiente, abaratando la faena, incluso un bis a bis de frente a testuz, así como un beso en la pelambre del encrispado, que no entendía de que se trataba ese amoroso ósculo…

Cumplida la tanda de palitroques, Macías inicia con la seda desde el estribo, pero el bicho se le sale suelto, por lo que va por él hasta lograr meterlo a la pelea. Una randa arrodillado con sumo peligro de ser cogido, empero, su ángel guardián lo protegió y sale ileso del trance. Otra tanda de derecha con cambio de mano, que le valen palmas del respetable…para que con el acero en la diestra, se eternice entrando hasta en 9 ocasiones, luego con la corta da 5 marrazos, persiguiendo al burel al borde de las tablas, sudando la gota gorda, desesperado por seguir marrando hasta luego de dos avisos de las alturas.¡Al fin! El golpe mortal le devolvió la sangre al cuerpo y a Don Cris al mundo de auro… Abucheos

Josélito

Otro que no tuvo exento de calamidades fue Joselito Adame, quien se enfrento a “Huero”, un burel castaño oscuro de 500 kilogramos de peso, bocinero, meano, que resultó huidizo y ratonero, que rechazaba la presencia de los centauros, pasando apuro para que recibiera su ración de vara. Luego de persecuciones al estilo policíaco, es picado y los de a pie clavan los palitroques a su real entender. Con la muleta, Joselito quien vestio un traje albo y plata, se untó de la sangre del colorado, pero sin fijar los pies en la arena. Entendiendo el momento, Adame hace faena al puritito estilo “cavacista”,aporreando la zapatilla, con doblones, derechazos sin ton ni son, cultivando al graderío que lleno tres cuartos de los asientos… así hasta que dispuso poner fin al llamado “Huero” y sin soltar, picotea el lomo ensangrenado del de la Mora, hasta con que con la corta acaba con la vida de su rival. Haciendo morisquetas y saludos al tendido, logra calentar a los aficionados que sacaron pañuelos en petición de un arete y que el usía niega.

A su segundo toro, corrido en quinto lugar, Joselito se endilgo con un “Don Juan”, marcado con el número 88 y de 505 kilos de carnes, huesos y pitones, un saíno vuelto de encornadura, bizco del derecho y careto corto de hocico. Con los montados hizo lo que quiso, derribando al piquero. Adame saca de la reunión al astado, recetando sus clásicas “Zapopinas” hasta en tres ocasiones, que le valen palmas del multicéfalo. Le brinda su faena al Capitán Carlos Correa Erosa, para luego de un ligero tropezón, se blandió con derechazos, junto a tablas, el burel lo arrolla y cae a la arena, pero con habilidad logra salir del trance y con la ayuda de sus asistencias… Se sigue con dos tandas de buena factura, mirando al tendido insinua música que nunca suena, cosa que ignora y Joselito mide el gas de su bicho, toma la toledana y…la de malas, sobrevienen los pinchazos, los marrazos con la corta se torna interminable la agonía de Don Juan, hasta que finalmente se echa y el puntillero acaba con el martirologio de la res… nada.

Luis David

El dejó buen sabor de boca en el festejo que cerró la temporada fue el hermanito Luis David Adame, quien mostro buenas hechuras, fina y enterada elegancia, lanceo al igual que su “brother” con las “Zapopinas”, giraba en redondo con los derechazos y mantuvo a raya a su primer burel llamado "Tixintxiri", que según supimos proviene de una palaba de origen Vasca, bautizado así por su peculiar pelaje, al que “licho” jala hasta entregarlo al piquero, quien le aplica un buen puyazo para solicitar cambio de tercio. Cumplido con el tramite de los garapullos, Luis David le brinda a los ganaderos Luis Antonio Villarreal y al sr. Samuel Lejtik Vargas. Con la pañoza, Adame II, logra cosas de maestro, empero, se eterniza con el acero y pierde la oportunidad de alzarse con un premio. Nada…

Con el que cerró plaza, de nombre “Yaqui”, un cárdeno alto de cuernas, meano, lo lancea a base de telones y soltando una mano del capote. Con los piqueros, se ensaña en primera instancia y expulsa de su montura al centauro, mismo que monta de nueva cuenta y va en busca del animal, lo cita rebazando los anillos calestinos y vuelve a ser volteado, en esta ocasión clavando un pitón en la panza del equino, que a duras penas es sacado de la escena.

Con la seda, Adame segundo logra vistosos derechazos, naturales en redondo y así se sigue hasta tratar de perfilar, lo que no logra redondear y los pinchazos regresan al redondel… la mala leche es pareja y se convirtió en jocoque para los tres.

Y, colorín colorado, hasta la próxima temporada que será para fines de años.

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