Ciudades satélite podrían 'salvar' a Mérida

Este tipo de complejos habitacionales “amortiguarían” la necesidad de vivienda social en la capital hasta 2025.

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El crecimiento disperso de Mérida limita cada vez más el acceso a servicios básicos. (SIPSE)
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Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Un estudio realizado por la Coordinación Metropolitana de Yucatán (Comey) muestra que el crecimiento disperso de Mérida no sólo limita el acceso a los servicios básicos, equipamiento y espacios públicos, sino que impide generalizar a la ciudad como una metrópoli con condiciones adecuadas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El análisis realizado en 2010 muestra la creación de ciudades satélite que se considera servirán para “amortiguar” la necesidad de vivienda social hasta 2025, pero que representan el reto de convertirlas en “miniciudades” para evitar que sus habitantes derrochen recursos económicos y tiempo en su traslado hacia el trabajo, la escuela o la búsqueda de insumos indispensables para las familias.

Mérida resiente el aumento de la población, cada censo evidencia el crecimiento, pero la dispersión de los fraccionamientos aumenta el costo de los servicios, por lo cual la urbanización de la ciudad prácticamente se ha estancado. Progreso y Umán van a la baja.

Parteaguas en 1980

De acuerdo con información del Programa Integral de Desarrollo de la Zona Metropolitana (Pidem), que elaboró ese organismo estatal, la explosión del crecimiento habitacional que surgió en Mérida desde 1980 para mitigar la debacle de la industria henequenera detonó la construcción de conjuntos habitacionales dispersos que han expandido el crecimiento hacia los límites de otros municipios.

La situación es tal, que en algunos años el crecimiento de la superficie urbana autorizada ha sido superior a la planeada. Así lo prueban al menos una comparación de cifras de fraccionamiento autorizados por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de Yucatán (Seduma).

La información también revela que el desarrollo de complejos habitacionales tipo residencia se ubican del nororiente al norponiente de Mérida, porque los fraccionamientos de vivienda media y subsidiada han crecido principalmente en la parte sur, sur-poniente, y en el poniente de la ciudad, atrás del Periférico incluso, y en los escasos terrenos que dependencias como el IVEY aún tienen dentro de la ciudad.

La edificación de vivienda en serie se convirtió en una actividad emergente para mitigar la crisis de la industria henequenera, y llegó a constituirse como la principal fuente de empleo, al grado que la participación del sector de la construcción en el PIB de la entidad superó al promedio nacional.

Esto ha ocurrido por la expansión de fraccionamientos de vivienda de interés social, la aparición de la industria maquiladora en municipios cercanos a Mérida, las ampliaciones que se realizaron en Progreso y los asentamientos no autorizados que surgieron en la periferia de la ciudad, en particular en la zona sur, a espaldas del aeropuerto “Crescencio Rejón”.

Esta situación fue con aval oficial, porque según los datos del Pidem, la aceleración del proceso de expansión urbana se da a partir del programa rector de Desarrollo Urbano de Mérida 2003-2010, el cual abrió la posibilidad de fraccionar y construir en zonas externas al Anillo Periférico y en comisarías rurales, lo cual inició un nuevo proceso de expansión urbana, que hasta entonces, se había restringido a la periferia como barrera al crecimiento urbano.

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