Clima emocional

Es innecesario reprimir alguna emoción para complacer a otros. Ignorar las emociones es la peor agresión.

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“Una persona dueña de sus emociones no quiere estar a merced de ellas, quiere usarlas, disfrutarlas y encauzarlas”.- Oscar Wilde,  escritor inglés

La salud es relativa. No existe el estado absoluto de salud o enfermedad. La condición física, mental y emocional de las personas es una combinación de salud y de enfermedad, hay que procurar que predomine la salud y cuidar que el clima emocional en el que nos desenvolvemos y vivimos sea saludable.

Un clima emocional es saludable cuando todas las emociones existen en plena libertad. Así resulta “fácil” saber qué es lo que sentimos los que convivimos. Ninguna emoción es “buena” o “mala”, ya que no se juzga ni se esperan santos o pecadores sino seres humanos con emociones naturales y la necesidad de expresarlas libremente.

En este ambiente “está bien sentir amor y también enojo” y está mejor reconocerlos y expresarlos, ya que somos amados y aceptados. Es innecesario reprimir alguna emoción para complacer a otros.
Ignorar las emociones es la peor agresión. El efecto destructivo es directamente proporcional al grado de perversión que esto implica y que siempre es destructivo.

Si fuera posible medir el resentimiento, el veneno, el grado de perversión o la combinación de todos ellos, indicaría el grado de indiferencia.

Cuando la ira se distorsiona, afecta todas nuestras emociones, incluso al amor. Es una forma de autoanestesiarse, ya que mata nuestra espontaneidad, sensibilidad y potencial creativo. ¿Cómo podríamos relacionarnos si no sentimos? Imposible sentir con las emociones congeladas. Igual que sucede con un miembro congelado aparece la gangrena emocional, que nos separa de la humanidad, de las personas y de nosotros mismos.

El ignorar -separar “el yo” de lo que uno siente-, de cualquier manera y en cualquier grado, deforma los propios sentimientos. Es la enfermedad emocional o neurosis en el ser humano.

Reconociendo y aceptando nuestras emociones las podemos  encauzar y matizar, “no se pierde la cabeza”. La inteligencia prevalece y aunque alguna acción de otro nos moleste, la persona siempre es valiosa y digna de ser amada y respetada igual que nosotros. Vale la pena experimentarlo.                  

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

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