PAN atorado

¿Quién podrá salvar al PAN yucateco? ¿Acaso Mauricio Vila?

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La política, como otras situaciones de la vida, no tiene palabra de honor. Y es que, en las recientes semanas, ya figuraron dos asuntos que, lejos de ser detonantes, se inclinan más por el oportunismo para el que lo sepa aprovechar.

Primero, las calles regadas con ácido, lo cual desembocó en un cuento de nunca acabar donde todos se repartieron las culpas (hablamos de panistas y priistas). Aquí salieron envueltos el dirigente del PAN en Mérida, Chucho Pérez Ballote, quien pecó de confiado y fue traicionado –como Jesucristo por Judas- por un sujeto equis y después por su chofer.

“Ballote” intentó ruedas de prensa y trató de echarle la culpa de la regazón de ácido a Sergio Vadillo Lora, funcionario gubernamental que ahora trata de pasar desapercibido. Los que le dieron la espalda al dirigente blanquiazul lo hicieron ver como el autor intelectual del “acidazo”. O sea, fuego amigo entre los propios militantes de Acción Nacional.

El asunto se fue, por el momento, al rincón del olvido cuando intervino la dirigencia nacional del PAN para resolver un problema que amenazaba con volverse gigante y, claro, en detrimento directo de los albiazules. Aquí, lo relevante es que los propios militantes no lograron o no quisieron ponerse de acuerdo. El pleito entre Raúl Paz Alonzo, dirigente estatal, y “Ballote”, del Comité Municipal, era más que obvio.

Y cuando se pensó superado este ridículo episodio de las calles, surgió el expediente de las luminarias chinas y el fallo de la Suprema Corte a favor de la empresa ABC Leasing y Banco Santander en el sentido de que el Ayuntamiento de Mérida -y los que le siguen- empezará pagando los más de 400 millones de pesos acumulados entre deuda e intereses moratorios.

El personaje que lamentó más la resolución fue el exalcalde de Mérida Renán Barrera, en cuya gestión canceló anticipadamente el pago de la adquisición de las luminarias que había contraído su antecesora en el cargo, la priista Angélica Araujo Lara, de una muy controvertida administración de apenas año y medio. Renán Barrera culpó a los magistrados y los llamó –sin querer queriendo- corruptos, pero el derrotado moral fue él, aunque no pagará un quinto de impuestos localmente y el soporte vendrá de los ciudadanos de a pie y, por supuesto, del erario municipal.

PRIMERA CAIDA.- Acción Nacional está envuelto en la polémica por los casos antes mencionados, pero no la tiene fácil mientras el pleito interno siga su cauce.

SEGUNDA CAIDA.- Está visto que la dirigencia nacional del PAN tiene que hacerla de “bombero” para apagar la acidez estomacal de los blanquiazules locales. También llegó en rescate de Renán Barrera porque, simplemente, no sabía qué hacer.

TERCERA CAIDA.- ¿Aprovechará Mauricio Vila todo este embrollo para erigirse como el salvador del PAN? Veremos.

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