Mercantes contra navales (I)

Las aguas se agitaron tras la decisión de dejar en manos de la Marina Armada el control de los puertos.

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Desde que el presidente Enrique Peña Nieto envió al Senado, en marzo de 2016, la iniciativa para reformar diversas leyes y transferirle a la Secretaría de Marina (Semar) el control de las Capitanías de Puerto, los marinos mercantes comenzaron la batalla para evitar perder esos bastiones que detentan desde hace dos décadas.

Esa batalla tuvo un punto álgido el pasado 2 de junio cuando los mercantes protestaron a las puertas de la Escuela Náutica “Fernando Siliceo” del puerto de Veracruz, por la presencia en su alma mater del titular de la Semar, almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, a quien acusan no sólo de “apropiarse” de las capitanías, sino también de pretender militarizar la educación náutica.

Y es que la historia de las marinas (la de guerra y la civil) ha ido en paralelo, una travesía con momentos de acercamiento y de distanciamiento; por ejemplo, durante la II Guerra Mundial la Escuela Náutica de Mazatlán fungió como Escuela Naval del Pacífico, de donde egresaron algunos que dirigieron la Secretaría de Marina, y a su vez otros de la Armada guiaron los rumbos de la Náutica.

Según el decreto federal, la Semar debe controlar los 103 puertos nacionales el próximo 17 de junio, pero el capitán Marcelino Manuel Tuero Zorrilla, presidente del Cuerpo Consultivo Marítimo Mercante, advirtió que “todavía no canten victoria”, pues remarán a contracorriente al llevar el caso a la Suprema Corte de Justicia.

Los mercantes argumentan que ellos realizan actividades relacionadas con el comercio internacional y se enfocan en la logística y la estiba de mercancías en los puertos; lo que no se puede dejar a quienes estudian para hacer la guerra, pues los navales “no tienen la competencia, ni la capacidad, ni la experiencia para ejercer esas funciones”. No obstante, reiteraron su respeto a los integrantes de la Armada, pero no a su jefe máximo.

Soberón ha dicho que la Autoridad Portuaria Nacional no asumirá funciones de las API, ni las actividades comerciales, sólo reasumirá el rol de vigilante de los puertos, como lo venía haciendo la Armada desde 1821. Habrá que ver hasta dónde llegan sus facultades, porque las aguas se agitaron y los mercantes están en pie de guerra.

Anexo "1"

Navales egresados de Escuelas Náuticas

 A continuación, algunos egresados de la Escuela Náutica de Mazatlán, cuando fungió como Escuela Naval del Pacífico (durante la II Guerra Mundial), que llegaron a ocupar altos cargos en la Armada de México:

El Almirante IMN Humberto Martínez Nájera egresó en 1941, fue Subsecretario de Marina con Miguel de la Madrid (1976-1982). De la Generación 1939-1944 son los almirantes Héctor Argudín Estrada, jefe de Estado Mayor de la Armada en 1982; Alfonso Argudín Alcaraz, director del Cesnav en 1975: Enrique Baltanas Hope, comandante de la Fuerza Naval del Pacífico en 1973; Víctor Chapa Zamudio, comandante del Sector Naval de Chetumal en los años 80.

Luis M. Bravo Carrera fue director de la Escuela Náutica de Mazatlán en 1947 y también Secretario de Marina en el sexenio de Luis Echeverría (1970-1976). Luis Carlos Ruano Angulo, quien fue secretario de Marina con Carlos Salinas de Gortari (de 1990 a 1994),  ingresó a la Escuela Naval del Golfo, el 1 de septiembre de 1942; en 1945 pasó a la Escuela Naval del Pacífico de Mazatlán, de donde egresó como Guardiamarina el 1 de enero de 1948, de este último, quizás por no ser egresado de la H. Escuela Naval Militar de Antón Lizardo tuvo enfrentamientos con varios mandos durante su gestión.

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