Cicatrices

En medio de tantos diablos políticos desatados, ayer nos acostamos a dormir con un buen libro de poemas.

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En medio de tantos diablos políticos desatados, ayer nos acostamos a dormir con un buen libro de poemas. Es de Angel Zero y se llama “Cicatrices”, el libro perfecto para quien se atreve a soñar con unos brazos abiertos y no tener miedo.

En tiempos navideños atípicos, se van perfilando en el PRI intrincadas operaciones para cicatrizar las heridas políticas, luego del destape de Mauricio Sahuí Rivero como precandidato del tricolor a la gubernatura.

Ayer, Mérida vivió una jornada en la que todos los preaspirantes de ese partido se sumaron a esa operación que Joaquín López Dóriga llamó “la operación cicatriz de Meade” en la heladería Colón de Montejo. Los helados se lamieron, pero las heridas no.

A decir de muchos, no fue una escenografía convincente y se notó algo forzada por momentos, salvo la reunión privada con empresarios en la que, según nuestras fuentes, se intentó limar asperezas con la clase empresarial y se mandó un mensaje de respaldo a Mauricio Sahuí. Fue un encuentro más diplomático que cordial. Había tensión en los rostros, las bromas no fueron muchas. Sin embargo, destacó la disciplina ante todo.

En el PAN el escenario no tiene a tantos actores. Son pocos, pero pesan en el ánimo de panistas y no panistas. Porque en el interregno blanquiazul que va de la apuesta del CEN por Mauricio Vila a la gubernatura hasta la emisión de convocatorias falta un buen tramo.

En este lapso, hasta los propios priistas hacen sus apuestas. Por ejemplo, para Carlos Sobrino Argaez, presidente del CDE del PRI, una senaduría para Raúl Paz o para Renán Barrera podría entorpecer el proyecto político que hoy encabeza el alcalde meridano. La posible designación de Pablo Gamboa a la alcaldía de Mérida podría ser un dique para quien el PAN postule, particularmente si éste es un varón.

La disciplina nunca ha sido el gen dominante del PAN. Pero hay que reconocer que liderazgos como Cecilia Patrón han sabido en estos momentos guardar prudencia, pues una cosa es alinearse y otra es dar muestras de concesiones gratuitas.

No cabe duda que el panismo yucateco se enfrenta a un escenario inédito y por ello la unidad que se pregona debe ser un gesto auténtico y no una copia del escenario, donde en 2015 Felipe Calderón tomó helado con Mauricio Vila en su campaña a la alcaldía. Dicen que la poesía siempre ha tenido el poder de desgarrar. Algunos poemas hieren si se leen en el momento menos indicado, pero otros abren orificios que liberan el dolor. Esta es la virtud de “Cicatrices”, lectura recomendada para un diciembre que no se parece a otro. Esperemos que en ambos institutos políticos reine la sensatez y que suceda lo que dice el poeta Angel Zero: “Lo que rompe el corazón le toca arreglarlo a la cabeza”.

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