|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

 Rodrigo Us May/SIPSE

Mérida, Yuc.- El pasado 27 de marzo se inauguró, en nuestra sede yucateca, una edición más de la Liga Mexicana de Beisbol y, como en cada inauguración, nuestro emblemático y hermoso estadio Kukulcán lució sus mejores galas. Sin duda se trata del deporte más seguido y querido por los yucatecos y qué bueno que así sea, porque es un deporte familiar en toda la extensión de la palabra.

Es innegable que los Leones de Yucatán tienen como propietarios a dos aguerridos y muy buenos inversionistas, quienes han encontrado, a través del beisbol de nuestro Estado, un nicho de mercado rentable para invertir; me refiero a los hermanos Juan José y Erick Arellano Hernández, quienes, en mi opinión, han demostrado que tienen una aguda visión de negocios, pues han logrado que asistir al estadio a presenciar un partido se convierta en toda una experiencia por la que bien vale la pena pagar un boleto y, por otro lado, han generado toda una dinámica económica en cada juego.

Como financiero, percibo en los hermanos Arellano atributos que todo aquel que se jacte de ser inversionista debe poseer: espíritu emprendedor, primero arriesgar para obtener rendimientos posteriores, asimilar que a mayor riesgo mayor rendimiento, crear un producto atractivo para el consumidor de diversas edades y estratos sociales, invertir en intangibles (imagen, servicio, marketing), invertir en recurso humano de primer nivel, consolidar alianzas estratégicas (gobierno, medios de comunicación, patrocinadores), convertirse en Empresa Socialmente Responsable.

Aclaro que estamos hablando de un deporte convertido en negocio y aseguro que, si estos atributos son replicados y trasladados a cualquier giro empresarial e inclusive al sector público, se podrán obtener resultados muy positivos en términos monetarios y de calidad de servicio.
Son muchos los sectores que se benefician de la existencia de espectáculos serios y familiares en nuestro Estado, para mencionar algunos: consumidores, vendedores, empleados, directivos, patrocinadores, autoridades e inclusive los llamados “viene viene”.

Felicito a los hermanos Arellano Hernández, en primer lugar por demostrar que sin duda el rey ha vuelto (me refiero al beisbol), por invertir en nuestro Estado, por cambiarle la cara al estadio; pero los felicito mucho más por proporcionar empleo a gente de la tercera edad y a chavos de ambos sexos y por llevar alegría al CRIT.

Como yucateco les crítico haberle incluido al por sí solo precioso nombre del estadio el nombre de un patrocinador; acto que me desagrada, pero que como financiero entiendo hasta cierto punto. ¡Necesitamos inversionistas con garra en tierras del Mayab!

Lo más leído

skeleton





skeleton